El Baskonia dio ayer un golpe de efecto en su eliminatoria ante Unicaja, no sólo por la diferencia, sino por demostrar tener muchos más recursos y equilibrio que un Unicaja que, visto lo visto ayer, no parece capaz de eliminar al Tau en una serie a cinco. Y es que, al margen de la manifiesta superioridad interior -el equipo de Scariolo apenas utilizó a sus pívots- tuvo un letal Igor Rakocevic que lo martilleó con un 8/9 en triples. Además, el equipo volvió a correr y con esa alegría todo fue mucho más fácil.

Aunque es de esperar que los malagueños opondrán mucha más resistencia en el Carpena, los de Scariolo, empeñados en jugar siempre por fuera y forzar el uno por uno, mostraron una escasez de recursos y espíritu alarmante para sus intereses. A poco que a Brown le acompañó el acierto, los visitantes tomaron una ligera ventaja que desapareció, a medida que desaparecieron el estadounidense y Pepe Sánchez y que el equipo local pudo cerrar sus líneas.

Un parcial de 20-6 permitió tomar el mando del partido tras el 14-19 y el choque resultó mucho más cómodo de lo previsto, con tiempo primero para ilusionarse con el debut de Lou Roe, que fue la primera rotación interior, y luego para disfrutar con la exhibición de la muñeca de Igor Rakocevic. El escolta serbio, que había errado un triple en el primer cuarto, se lució en el tercero con una serie inmaculada de 6/6, que no sólo hizo las delicias del público de Zurbano, sino que frenó en seco cualquier atisbo de reacción en el bando andaluz, si es que llegó en algún momento a haberla.