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Alemania cuestiona el sentido de la misión de la ONU en Afganistán

Tres soldados muertos, dos heridos graves y tres leves han sido necesarios para que políticos y militares alemanes discutan sobre su misión en Afganistán. La participación en la guerra no contó con el apoyo popular, sino solamente con el de la casta política, ligada a EEUU.

Ingo NIEBEL |

«Hay que buscar sentido a la misión en Afganistán de manera más clara», aseguró el coronel Bernhard Gertz, máximo representante de la asociación que defiende los intereses de los soldados alemanes, quien añadió que «si no se produce un giro radical en la estrategia global corremos peligro de fracasar en Afganistán».

En otoño el Parlamento alemán tiene que decidir si prolongará o no la presencia de sus militares en Afganistán, donde actualmente hay casi 4.000 soldados desplegados en la capital afgana, Kabul, y en la base de Kundus, desde donde vigilan el norte del país. Desde 2002, han muerto al menos 21 militares alemanes en esa guerra, cifra en la que no están incluidos los miembros de la unidad de élite KSK caídos en combate, ya que desde 2001 ésta opera de forma secreta -sin control político alguno- junto con los Special Forces estadounidenses. Además, aviones de reconocimiento apoyan logísticamente los bombardeos de la OTAN en el sur.

La repercusión del atentado del fin de semana ha tenido tanta repercusión en Alemania porque la sociedad no está preparada para ver a sus soldados muriendo en una guerra que no cuenta con el apoyo de la mayoría de la población. De hecho, sólo el diario «Junge Welt» tuvo el coraje de publicar el lunes la foto de uno de los soldados heridos en primera página.

«Acciones terroristas»

Ideológicamente cercano al rotativo izquierdista se halla Oskar Lafontaine, portavoz del grupo parlamentario Die Linke en Berlín. En televisión, el ex presidente socialdemócrata acusó a las Fuerzas Armadas alemana de «estar involucradas en acciones terroristas en Afganistán» por la acción de los aviones de reconocimiento. El político matizó que «el terrorismo se define por el uso ilegal de la violencia». Lafontaine ha exigido el retiro de las tropas alemanas.

Por el contrario, el ministro de Defensa, Franz Josef Jung, opinó que «una repentina retirada sería un paso hacia atrás en la lucha antiterrorista». El presidente del SPD, Kurt Beck, señaló, por su parte, que la situación mejoraría si los talibán pudiesen participar en las negociaciones de paz. Los verdes manifestaron lo mismo. Fueron ellos, los que junto con el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (1998-2005) decidieron mandar soldados a Afganistán.

Mientras los políticos siguen su debate, la Policía Judicial Federal (BKA) estudia enviar agentes a Kundus para que investiguen el atentado junto con los militares.

25 muertos

Al menos 25 militantes talibanes, entre ellos un comandante local murieron el domingo durante una operación militar de fuerzas afganas y de la OTAN en la provincia de Helmand, al sur de Afganistán.

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