Osasuna hizo el domingo lo mejor que cabía esperar. Reencontrarse con el triunfo, a lo grande y cuando más lo necesitaba.

Los tres puntos sumados en Valencia han llevado a los rojillos hasta los cuarenta, lo que les permitirá vivir con tranquilidad las últimas jornadas de Liga. Tranquilidad relativa. Y no tanto porque la permanencia no se ha sellado todavía de forma matemática, sino porque el próximo partido es propicio para todo tipo de suspicacias y polémicas, visto lo sucedido en años precedentes.

Probablemente por éso en Osasuna se reconoce el alivio por el triunfo ante el Levante, pero se insiste mucho en ese punto que acabaría definitivamente con el fantasma del descenso. Que nadie dude, en definitiva, de la motivación que puedan tener los rojillos en su choque ante la Real.

«Nos falta un punto -destacaba ayer José Ángel Ziganda-. Matemáticamente todavía no estamos salvados». Por éso, y pese a reconocer que «los comentarios van a ser inevitables» ante el derbi del Sadar, el técnico apuesta por que los suyos se mantengan «al margen de todo. Con un punto el domingo estamos salvados, así que no podemos especular ni como profesionales ni como entidad porque es muchísimo lo que nos estamos jugando. Si nos gana -recordó-, la Real se pone con 36 a falta de dos jornadas y con el golaverage a favor. Así que el que piense algo es que o no ha jugado nunca al fútbol o es que no hace cuentas, porque éstas son muy claras».

Sí considera «normal» el entrenador navarro «que se aplaudan los goles de la Real; al fin y al cabo somos vecinos. Pero no es normal cuando la situación es que te la juegas tú o ellos. Entonces no hay dudas. Se puede tener cariño a otros clubes, pero hasta que te enfrentas a ellos. Entonces vas a ganar. Lo primero es lo mío; y el domingo necesitamos un punto», insistió.

El Cuco, con todo, tiene claro que la victoria conseguida ante el Levante «nos ha venido fenomenal. Hemos tenido semanas con muchísima tensión y ahora se nos han aclarado bastante las posibilidades de permanencia».

La fuerza del vestuario

Fue un triunfo, además, a lo grande. De ahí que Ziganda se confesara «satisfecho con el juego, los goles y la actitud desde el primer minuto. Tengo que felicitar al equipo».

Una felicitación propiciada no sólo por el último choque, sino porque «en los momentos claves el vestuario ha dado la cara y gracias a éso hemos podido sobrevivir. Una de nuestras bases es el vestuario, porque todos suman y todos miran en la misma dirección», destacó.