Cinco amigos de Argi Perurena sufrieron el pasado viernes un accidente de tráfico cuando regresaban de realizar una visita a la presa hendaiarra, actualmente recluida en la cárcel de Rennes, a 800 kilómetros de distancia de Euskal Herria.

El accidente se produjo en el término de Niort, cuando el vehículo en el que viajaban los ciudadanos vascos -dos adultos y tres niños- chocó contra un camión.

La colisión no provocó daños físicos a los ocupantes del vehículo, y éste tampoco sufrió desperfectos de consideración.

La asociación de familiares de represaliados Etxerat informó de que, con éste, son ya cinco los accidentes graves provocados por la dispersión, en los que se han visto implicados once familiares y amigos de presos.

Asimismo, los familiares denunciaron que los accidentes son consecuencia directa de las medidas de excepción a las que son sometidos los presos políticos. También subrayaron que, con el afán por aislar a éstos de su entorno familiar, social y político «nos obligan a hacer cientos de kilómetros cada semana para poder pasar unos pocos minutos con nuestros familiares y amigos presos, como consecuencia de lo cual se producen muertes, graves lesiones físicas y una insoportable sangría económica».

No obstante, Etxerat puso de manifiesto su voluntad de seguir reuniendo fuerzas y compromiso «frente a esta política penitenciaria criminal y para conseguir la repatriación de todos los presos vascos».

Por otra parte, en la tarde de ayer se realizaron movilizaciones en favor de los presos políticos vascos y para exigir su repatriación a Euskal Herria en varias localidades de este país.

Así, en Iurreta se concentraron 52 vecinos por este motivo; en Laudio se movilizaron 54 personas, en el barrio bilbaino de Otxarkoaga 28, en Astigarraga 25, en Ataun 25, en Zaldibia 22, en Altza 22 y en Bermeo 15.