ELECCIONES EN EUSKAL HERRIA
Unos resultados para la reflexión en Sabin Etxea
GARA | BILBO
Pese a los intentos de Josu Jon Imaz en la medianoche electoral por aliviar el resultado, la realidad es que el PNV ha perdido la mayoría absoluta en Bizkaia, ha pasado de primera a tercera fuerza en Gipuzkoa e idéntica suerte ha corrido en Araba. Si bien es cierto que en las elecciones forales y municipales de 2003 la formación jeltzale acudió en coalición con EA, no lo es menos que su bajada de votos ha sido más que significativa.
De hecho, estableciendo una comparativa con las última ocasión en la que el PNV concurrió en solitario, los comicios al Parlamento español en 2004, este sufre un saldo negativo de 28.000 votos. Más rotundos son los datos si hablamos de los 74.000 votos que han perdido PNV y EA en caso de sumar sus votos del domingo y cotejarlos con los que obtuvieron formando coalición en la cita para el parlamento de Gasteiz en 2005.
En medio de esta convulsión, que le ha arrastrado también a perder feudos tradicionales como Abadiño, Basauri, Gernika o Zestoa, la única figura que ha salido reforzada es la de Iñaki Azkuna, quien ha salvado holgadamente los muebles para el PNV en la capital vizcaina. Mientras tanto, en territorio gipuzcoano, no cabe duda que el escandalo de la Hacienda Foral de Irun ha hecho mella en los intereses jeltzales que han pasado a ser la tercera fuerza. Junto a ello, hay que tener en cuenta que la irrupción de ANV le ha hecho tener que devolver por mandato ciudadano «legal» muchos de los municipios cuyas alcaldías ocupó el PNV tras las ilegalizaciones de 2003. Tampoco en Araba ha logrado unos buenos resultados, a pesar de que mediante algun tipo de pacto acceda al sillón de la Diputación de este herrialde.
En definitiva, unas cifras que pese a puedan ser camufladas en la abstención o en la ausencia de coalición, deberían llevar a una profunda reflexión en Sabin Etxea sobre la política llevada en los últimos años.