Tras quince años en el olvido, miles de refugiados butaneses en Nepal han llamado la atención de las autoridades con una multitudinaria marcha de regreso a su país, acompañada de disturbios en los que han muerto tres personas. Unos 15.000 refugiados emprendieron el lunes la marcha con la que pretendían volver a Bután desde Nepal, pasando por la franja territorio indio que separa ambos países. La marcha estuvo precedida de disturbios en varios campamentos butaneses y al llegar al puesto fronterizo de Kakarbhitta, la Policía india les impidió el paso, lo que provocó enfrentamientos.