Las secciones de LAB, ESK y ELA rechazan el preacuerdo de Mercedes
LAB, ESK y ELA denunciaron ayer en Gasteiz el preacuerdo que alcanzó la dirección de Mercedes (Daimler Chrysler) con las centrales UGT, CCOO, Ekintza y USO. Para los primeros, supone «una claudicación de las reivindicaciones iniciales» y lamentaron que se ha hecho a espaldas de los trabajadores. LAB y ESK, por su parte, han convocado un paro de dos horas por turno para el lunes para realizar asambleas informativas. La dirección está intentando boicotear el paro.
Juanjo BASTERRA |
Representantes de las secciones sindicales de Mercedes (Daimler Chrysler), LAB, ESK y ELA, denunciaron ayer en Gasteiz «la complicidad de UGT, Ekintza, CCOO y USO con la dirección para dejar fuera de la negociación al resto del comité, a sabiendas de que no íbamos a renunciar a defender la plataforma unitaria del comité, para entrar en el juego impuesto por la empresa de limitar la negociación a su propuesta, como lo han hecho los demás». Afirmaron que es «un acto lamentable de sumisión».
Denunciaron el «oscurantismo», ya que la negociación real y los acuerdos «los han alcanzado fuera de la mesa negociadora». Los representantes de ESK, LAB y ELA criticaron la estrategia llevada por «las centrales sumisas a Mercedes» ya que «han anestesiado y engañado a la plantilla, mandándole mensajes positivos hasta el momento mismo de la firma y de la votación, para que no hubiera capacidad de reacción por parte de los trabajadores, una vez que vieran que lo firmado va en contra de los intereses de los trabajadores». En este sentido, ELA, LAB y ESK recuerdan que el acuerdo «supone una claudicación» porque «tiene un carácter netamente regresivo en materias como la jornada, eleva la flexibilidad, exige más productividad y aumenta la movilidad funcional, entre otros aspectos». A nivel salarial, sostienen que es «insuficiente», teniendo en cuenta que la planta de Gasteiz del grupo Daimler-Benz «atraviesa un momento especialmente positivo y las previsiones en cuanto a rentabilidad económica y beneficios para los próximos años van en el mismo sentido».
Tras exponer las circunstancias en las que se ha movido la negociación en el convenio en la empresa fabricante de vehículos, las tres centrales sindicales acusaron a CCOO, UGT, USO y Ekintza de «no querer realizar una asamblea para informar a la plantilla del acuerdo alcanzado y dar al mismo tiempo la voz a los trabajadores». Un 53% de la plantilla firmó un escrito para que se celebrase la asamblea, aunque ese porcentaje asciende al 61% en los talleres, que es donde realmente «se juegan el convenio los trabajadores».
LAB, ESK y ELA también denunciaron que «no nos dejan participar en la organización del referéndum previsto para el próximo día 5 de junio, con lo cual en las mesas sólo estarán los firmantes garantizando la legalidad del proceso». Por lo que trasladaron a la plantilla «nuestro compromiso en la defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras y nuestra intención de avanzar en la mejora de sus condiciones en este convenio. Por eso hemos dicho que no a este acuerdo y vamos a proponer el no en la votación. Creemos que aún hay margen para la negociación».
LAB y ESK, por su lado, han convocado paros de dos horas por turno para este lunes, desde las 12.00 a las 16.00. En ese periodo habrá asambleas informativas para «desenmascarar el fraude» que CCOO, UGT, Ekintza y USO han hecho al firmar, al margen del resto, «unas condiciones económicas y laborales peores que las de hace cuatro años».
Ante el bloqueo de la negociación del convenio en la planta de Michelin-Lasarte, LAB propuso ayer al resto del comité de empresa tres días de movilizaciones, que constarían de concentraciones de la plantilla a la entrada y salida de los turnos de mañana y tarde de los días 7, 14 y 21 de junio, antes del período estival. La central sindical afirma que, de mantenerse el bloqueo, se convocarían movilizaciones «en forma de huelga a partir del final de las vacaciones, si la dirección mantiene las condiciones regresivas», como son: el aumento de la jornada entre 20 y 52 horas por año para el sistema del 5x8, que afecta al 50% de la plantilla; topes en la garantía salarial, con un máximo del 3,4%, y una jornada variable.
