Humor pasado por agua, retrasos, arranques y parones en la jornada inaugural
a actuación inaugural de umore azoka duró exactamente 8 minutos. El tiempo que tardó en sustanciarse el gris plomizo en molesta lluvia impertinente que obligó a suspender la actuación de Du Mirador, una de las más esperadas por los profesionales y que en esos pocos minutos apuntaron ya sensibilidad, gusto y ritmo. L
A partir de ese momento la tarde-noche se convirtió para todos en carreras de obstáculos acuáticos, cambios de horario, retrasos, arranques y parones, por lo que se ruega consideración hacia el cronista.
Como ya hemos dicho otras muchas veces y reiteramos, en el teatro de calle, la meteorología forma parte, en muchas ocasiones y de manera imperiosa, de la propia dramaturgia. No es lo mismo actuar bajo el goteo o el diluvio, que bajo en espléndido sol o una noche en calma y estrellada. No es lo mismo ver una actuación sufriendo el agua o viendo peligrar tu rostro por las varillas de los paraguas, que colocado detrás de una gafas de sol sintiendo sus caricias. Se explica todo esto para relativizar, todavía más, los ligeros apuntes críticos que puedan venir a continuación, ya que, por ejemplo, la actitud heroica de Du Ba, que empezó su actuación en un momento de tregua y la acabó bajo un diluvio, contemplando, además, la espantada y deserción más que lógica de gran número de los espectadores, es plausible pero de su espectáculo «No te pongas azul» sólo podemos decir que es un unipersonal que tiene buena factura, que compone un personaje que juega con la mímica, con un humor que se mueve expresivamente entre la danza y el circo, con una puesta en escena aunque recurra a los elementos clásicos del género, pero que dejó constancia de su capacidad para relacionarse con las circunstancias, tanto del público como de las inclemencias.
Tras el arranque y freno, y en medio de la incertidumbre, el espacio llamado de «La Ilusión» aprovechó uno de sus escenarios en los soportales de Kultur Leioa para ir haciendo una sesión continúa, y allí pudimos ver la actuación del malabarista letón Vladimir, con un número estelar con siete bolas, o la pareja de acrobacias a ras de suelo del Dúo Spiral, que logran momentos realmente espectaculares al crear figuras casi imposibles de gran dificultad técnica, pero de muy buena plástica.
Con más de una hora de retraso empezó la presentación del nuevo trabajo de Organik, «+ES3», que parte de un situación reconocible y epidémica: el estrés en el que vivimos, el enganche generalizado al teléfono móvil y, desde esta idea básica, se va tejiendo un trabajo multidisciplinar, en donde el texto, la música en directo, el movimiento y algunos apuntes coreográficos van desgranando un divertido y comunicativo espectá- culo, con unos personajes que se van dibujando más nítidamente al ir avanzando el espectáculo y que al poderse representar en un momento sin lluvia, aunque en un espacio lógicamente mojado y humedecido, logró conectar con el público debido, principalmente, al trabajo de los intérpretes y a que la propuesta de Natalia Monge está pensada desde un equilibrio entre los lenguajes más herméticos a los más populares. Nos dejó muy buenas sensaciones y esperamos que su evolución lo convierta en una propuesta de gran trayectoria.
Justo al terminar esta representación amagó lluvia pero tuvimos que ir corriendo a ver a La Tirili, que se había curado en salud y se había colocado debajo de un pasadizo, lo que constreñía su propuesta espacialmente. Lo que pudimos ver nos pareció con mucho colorido, con un lenguaje muy básico y con una historia muy simple. Y hasta aquí podemos opinar, porque el resto fue un nuevo diluvio, la suspensión del estreno de Lesnadies y la interrupción a los tres minutos de la actuación de La Banda, espectáculos además, que sólo tenían programadas estas actuaciones.
Por otra parte, la feria entregó ayer el Premio de Honor 2007 a Corsario Teatro, por su trayectoria. Además, se repartieron los galardones correspondientes a la Umore Azoka'06.
Carlos GIL crítico