El fuerte ruido del debate postelectoral puede que relegue a un segundo plano el diagnóstico del proceso de paz y de normalización que hizo ayer la comisión negociadora de la izquierda abertzale. De nuevo los árboles y el bosque. Y, sin embargo, la situación no aconseja perderse en labores de entretenimiento político cuando sobre el escenario cae una noticia que debería provocar una conmoción considerable, si la búsqueda de un escenario de paz sigue siendo, como predican todos los partidos, la prioridad.

La declaración hecha por la izquierda abertzale viene a corroborar que el intento de retomar el diálogo que se bloqueó dos meses después de que ETA diera un alto el fuego permanente en marzo de 2006 -aunque se diera por roto por parte de PSOE y PNV a raíz del mortal atentado de ETA en Barajas- no ha dado los frutos apetecidos. En definitiva, la izquierda abertzale le ha trasmitido a la sociedad vasca un mensaje que no deja lugar a dudas. Aquí y ahora, y ajustándonos a la textualidad de la expresión empleada por Arnaldo Otegi, «el proceso no tiene recorrido político». Lo que implica reconocer que, en estos momentos, la izquierda abertzale no tienen interlocutores con los que transitar el camino que lleve a una resolución del conflicto político.

PNV y PSOE se han levantado de la mesa. Quizás alguien afirme que se fueron ya tras el atentado en la T-4, pero nadie puede restar relevancia a que una parte fundamental en la interlocución como es la izquierda abertzale deje constancia oficial de esa ausencia a día 1 de junio de 2007. Primeramente, porque ello nos indica que desde enero ha existido una búsqueda activa de una recomposición del escenario de diálogo. Y en segundo lugar, porque aunque ese intento no ha dado frutos, el equipo negociador de la izquierda abertzale reitera ante la ciudadanía su predisposición a seguir insistiendo en la única vía posible para evitar que este país se perpetúe en la lógica de la confrontación: un proceso de diálogo multilateral que habilite un escenario basado en el derecho de decisión en Euskal Herria.