(...) Lo que importa al final, incluso en Cataluña, son los hechos más que la retórica. Y los hechos son que una mujer, llamada Elena Podvigina, de 23 años y nacionalidad rusa, fue detenida por la Policía autonómica catalana como consecuencia de un escándalo menor y en la comisaría de Les Corts fue víctima de malos tratos. Parte del tratamiento que sufrió la detenida en las dependencias policiales fue recogida en un vídeo (...).

La otra parte de la historia sucedió en off, fuera del alcance de las cámaras y consistió en una paliza que le dejó en el cuerpo 38 hematomas de diferentes tamaños, de los que quedó constancia (...).

Es la segunda vez en pocos días que un vídeo de Asuntos Internos nos muestra abusos policiales en una comisaría de Barcelona, en la misma comisaría, en la misma sala de cacheos. El conseller de Interior de la Generalitat, Joan Saura, que dio conocimiento de los hechos, defendió su actuación en el Parlament, contra las críticas de Ciu y PP, que le reprocharon haber criminalizado a los Mossos en su conjunto. La mala imagen de un cuerpo policial, debido a unos hechos como los que comentamos, vienen del ocultamiento y el amparo a comportamientos sancionables, nunca de la depuración de responsabilidades.

El Correo