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CRíTICA sinfónica

Un modelo de Emperador

Mikel CHAMIZO

La Orquesta Sinfónica de Euskadi no podía cerrar de mejor manera su temporada de abono en Donostia que trayendo, tal y como lo hizo el pasado jueves, hasta la capital guipuzcoana al pianista rumano Radu Lupu, uno de los mitos vivientes del instrumento y uno de los mejores intérpretes de música romántica alemana de los últimos cuarenta años.

Además, Radu llegó para tocar una de las obras más carismáticas del gran repertorio alemán, nada menos que el «Emperador» de Beethoven.

Si uno cerraba los ojos durante su interpretación, podía perfectamente estar escuchando una de esas míticas grabaciones beethovenianas de los pianistas en activo durante los años sesenta o setenta, realizadas con tanta perfección y con una opinión de tanto peso que hace sólo unos años el público ha empezado a aceptar que se puede tocar Beethoven de otra manera.

Y no es que el Beethoven que ofreció Lupu sonara anticuado, ni mucho menos, pero no me pareció tan convincente como antaño.

Por supuesto, no hay ni que decir que su técnica es fantástica, que extrae un sonido del piano que incluso a veces se aproxima al ideal y que su manera de plantear los temas, el desarrollo y la estructura fue de una coherencia magistral, con transiciones realmente fabulosas.

Pero, en mi opinión, todo fue demasiado modélico, quizá, y es por ello que no ha sido el «Emperador» que más me ha gustado últimamente, aunque, objetivamente, sea uno de los mejores «Emperadores» posibles hoy en día.

La Orquesta Sinfónica de Euskadi, además, firmó una gran actuación y Cristian Mandeal, bajo la estrecha vigilancia del propio Lupu, realizó un acompañamiento más que correcto.

La segunda parte del concierto ofrecido en el Kursaal la copó la «Cuarta sinfonía» de Bruckner, una partitura muy larga, muy cuadrada, repleta de progresiones, de repeticiones literales y con una capacidad de sorpresa muy escasa.

Hay que decir que precisamente ésa es la razón por las que hay tan pocos grandes directores brucknerianos: dotar de flexibilidad, humor y genialidad a esta música exige un trabajo gigantesco de reescritura dinámica y expresiva.

Mandeal la transmitió con corrección pero poco más.

Ficha

Intérpretes: Radu Lupu, piano. Orquesta Sinfónica de Euskadi.

Dirección: Cristian Mandeal.

Programa: Concierto para piano nº5, «Emperador» (Beethoven). Sinfonía nº4 en mi bemol mayor (Bruckner).

Lugar y fecha: Donostia,

Auditorio Kursaal. 31.05.07.

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