Última jornada de la Liga Asobal
Bidasoa-Irun confirma su descenso en casa del Portland
El equipo guipuzcoano no puede salvar la categoría tras perder ante el conjunto navarro que vivió un día de despedidas
GARA | IRUÑEA
Tres décadas después el Bidasoa abandonará la máxima categoría. El equipo guipuzcoano, un histórico de la División de Honor, vivió ayer el momento con tristeza tras la derrota ante el Portland que supuso su condena al descenso. Los bidasotarras estaban obligados a ganar y esperar otros resultados y la carambola se antojó imposible.
Para el cuadro navarro la situación fue distinta. Cerró la temporada 2006/07 con un triunfo ante sus aficionados y manteniéndose invicto esta campaña en el Universitario, en un partido de despedidas, la más significativa la de su entrenador Zupo Ekisoain.
La victoria del conjunto antoniano, donde también dijeron adiós los jugadores Lozano y Kasper, fue contundente ante un Bidasoa-Irun que evidenció sus carencias y se entregó ante un rival muy superior. El Portland mandó desde el comienzo (4-1, m.5) ante un equipo que, no obstante, neutralizó la ventaja aprovechando que el conjunto navarro permaneció cinco minutos sin anotar un solo gol. Poco duró, sin embargo, la alegría de los guipuzcoanos porque Rocas, al contragolpe, endosó tres tantos consecutivos que volvieron a abrir brecha en el electrónico (8-4, m.14).
Sólo el lateral Nilsson y el extremo zurdo Agaard lograron que el Bidasoa no perdiera la cara al partido, pero el Portland, intenso en defensa y perfectamente dirigido por Balic, manejó con solvencia el choque para marcharse al descanso con el partido encarrilado (17-12).
En la reanudación, el guardameta Kasper, con un festival de paradas en su último partido como antoniano, frenó cualquier atisbo de reacción de los irundarras, mientras un motivado Lozano amplió el marcador obligando al técnico visitante, Julián Ruiz, a solicitar tiempo muerto (23-15, m.38).
Fue inútil, porque el Bidasoa, pese a los goles de Stankovic y Tioumentsev, había bajado los brazos sin creer en el milagro, facilitando así la labor de un Portland que acabó goleando con tantos bonitos ante una grada que, sin embargo, pecó de cierta frialdad en el último partido de la temporada.
El Bidasoa se despidió de la Liga Asobal ante un viejo conocido. Julián Ruiz asimilaba al término del partido que estaba difícil «pero hasta que no ves firmada el acta de defunción tienes esperanzas». Con tristeza, como sus jugadores, el entrenador bidasotarra vio materializarse el descenso. En la portería contraria Svensson, el hombre que defendía la camiseta amarilla cuando el Bidasoa se proclamaba campeón de Europa. Eran otros tiempos, aunque Zupo Ekisoain ya dirigía el San Antonio. Entre lágrimas y dando las «gracias por todo» dijo adiós al banquillo.
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