El «doctor» Valentino Rossi volvió ayer a ser intratable ante su afición y en su circuito, Mugello, a pocos kilómetros de Florencia, en el corazón de Italia, donde con la de la tarde de ayer sumó su sexta victoria consecutiva y donde el segundo fue el barcelonés Dani Pedrosa.

Todos las carreras de MotoGP disputadas en el trazado toscano desde 2002, cuando finalizaron las competiciones con las antiguas 500 centímetros cúbicos, han sido para Rossi. Con eso se dice todo.

El piloto de Tavullia llegaba a la sexta prueba del campeonato con el agua al cuello, pues sólo había vencido en una prueba de la presenta temporada, la de Jerez, después de perder el título del año pasado en la última carrera. Además, la diferencia con el líder, el australiano Casey Stoner, estaba siendo cada vez más amplia.

Probablemente la carrera de ayer pudiera ser un punto de inflexión de la temporada y el comienzo de la recuperación del piloto de Yamaha, que durante el fin de semana se fue encontrando, a pesar de la lluvia, a gusto sobre su moto.

El brasileño Alex Barros -Ducati- acabó en tercera posición y regresó al podio después de dos años de ausencia en el mismo. Mientras tanto, el líder del campeonato del mundo, el australiano Casey Stoner -Ducati-, terminó en cuarto lugar.

Bautista y Faubel, los mejores

En las restantes cilindradas, Álvaro Bautista y Héctor Faubel fueron los mejores, en unas carreras de 250 y 125 centímetros cúbicos emocionantes.

Fue destacable la carrera del «cuarto de litro», donde Bautista se hizo con su primera victoria de la cilindrada, a costa de su compañero Alex De Angelis y el líder de la categoría, un Jorge Lorenzo, que probó ayer de su propia medicina al terminar en el suelo tras un adelantamiento arriesgado de Bautista. Lorenzo, aun así, se rehizo y acabó en octavo lugar -con su habitual exceso de gestos y ademanes-, después de remontar de la vigésima plaza a la cabeza de la prueba. El podio del cuarto de litro lo completaron De Angelis y Héctor Barberá

En la primera carrera, la de 125 c.c., Héctor Faubel logró un gran triunfo al superar en la misma línea de meta a Sergio Gadea, en una carrera donde los cuatro primeros entraron en meta con una diferencia de 134 milésimas.

El enjambre de pilotos de 125 centímetros cúbicos dio un espectáculo de adelantamientos múltiples e imposibles, sobre todo en la larga recta de meta. Sergio Gadea ocupaba la primera plaza en la última vuelta, pero Faubel, que arrancó del tercer puesto, le birló el triunfo.