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«Internet puede ayudar a algunos jóvenes a relacionar Troya con un caballo y no sólo con un virus»

Fernando Iwasaki acaba de visitar Iruñea para hablar sobre el futuro de la literatura. Reconoce que siempre utiliza el humor para llegar al lector y sostiene que la globalización se puede usar para favorecer la lectura.

Rebeka CALVO | IRUÑEA

No es fácil presentar al escritor Fernando Iwasaki, pero un pequeño libro de ensayos editado en cartón reciclado y que se regala en barriadas pobres de Perú, entre otros, puede ayudar a resumir su carácter «abierto». El pequeño trabajo se titula «Mi poncho es un kimono flamenco», reflejo de sus antepasados ecuatorianos, japoneses, peruanos y su cercanía con Sevilla, donde reside hace más de veinte años y donde es director de la revista literaria «Renacimiento» y de la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco.

Iwasaki estuvo ayer en Iruñea para clausurar el taller «Escritura Creativa» y las jornadas «América Latina. Nuevas utopías», organizados por IPES, y hablar sobre el futuro de la literatura. En el encuentro que mantuvo con los medios, el escritor aclaró que en vista de que el índice de lectura no crece, lo interesante sería «llegar a los jóvenes», aunque lo que realmente preocupa a Iwasaki, centrándose ya en América Latina, es «la ausencia de una red de bibliotecas y la piratería». «Es desolador. En Guadalajara, por ejemplo, se montan grandes colas para entrar a la feria del libro. Para entrar tienen que pagar un dólar, que es muchísimo para la mayoría, y después entran y no se pueden comprar nada. Nos sobran los libros», añadió.

En este sentido señaló que internet puede ser una gran herramienta: «Internet no me da miedo, al contrario. La `Ilíada' sobrevivió a las tablillas de barro y a los papiros, lo que me preocupa ahora es que no sobreviva a Brad Pitt y que los jóvenes conozcan a los troyanos porque es un virus. Internet puede ayudar a que algunos jóvenes relacionen el término con Héctor y con un caballo...».

«Como la ley de la gravedad»

La globalización en sí misma no tiene por qué ser contraproducente para la lectura, según Iwasaki: «Es como la ley de la gravedad, no podemos hacer nada contra ella, pero podemos hacer que haga válida la literatura», explicó. Para Iwasaki la lectura tiene dos variantes: la responsabilidad de él, como escritor, hacia sus contemporáneos, y el sentimiento del placer. Responsabilidad porque «tengo que conocer qué es lo que hacen los demás», aunque matizó que «ya no puedo seguir leyendo a todos los escritores peruanos, ahora ya leo a escritores españoles y contemporáneos; autores andaluces, los escritores latinoamericanos más interesantes...». Respecto al placer, aclaró que también aquí entra el concepto de la responsabilidad en la medida que es una forma de «rescatar» buenos libros. «Los libros buenos siempre vuelven», añadió tomando como ejemplo a Sándor Marái.

«El título es mi primer contacto con el lector»

El escritor Fernando Iwasaki, que también ejerce de columnista y de crítico literario, explicó que sea cual sea el tema que trate en sus trabajos siempre escribe utilizando el humor. Además, confesó su pasión por los títulos. «El título de mis libros son mi primer contacto con el lector. Es un especie de juego, una pista que espero a que recoja. Los libros pasan desapercibidos y es una manera de darles protagonismo». Como muestra, el juego de palabras de uno de sus trabajos, una novela erótica, «Helarte de amar» o «Neguijón», título de un libro de terror sobre el dolor físico y los temidos «sacamuelas».

R.C.

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