El éxodo siciliano desde 1900
«Nuevo mundo»
En la pasada Mostra de Venecia la película «Nuevo mundo» se llevó el León de Plata para su director Emanuele Crialese, quien ya triunfara internacionalmente con su anterior segundo largometraje «Respiro».
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Emanuele Crialese es uno de los máximos artífices de la recuperación del buen cine italiano, pese a que desinformados como Tarantino vayan diciendo tonterías por ahí. Su segundo largometraje, «Respiro», ya resultó indicativo de un potencial que le acerca a los grandes maestros, situándose a medio camino entre el naturalismo de Rossellini y la magia de Fellini. La película triunfó en la Semana de la Crítica de Cannes, por su curiosa y original recreación de una leyenda de pescadores sicilianos que mezclaba el costumbrismo con lo mitológico. Esa fusión entre realidad e imaginario popular vuelve a constituir el caldo de cultivo de «Nuevo Mundo», que muestra una visión de la inmigración diferente de la que Elia Kazan dio en «América, América», sin salirse del mismo escenario histórico representado por la isla de Ellis.
Crialese buscó la documentación para su tercer largometraje en el museo de la isla de Ellis, que guarda la memoria de cuantos llegaron del viejo continente a lo que entonces consideraban la tierra prometida. En realidad el lugar no era sino una puerta de acceso, un purgatorio por el que debían pasar los que querían entrar en el Paraíso. Atrás debían de dejar sus supersticiones y costumbres ancestrales, en cuanto forma de renuncia para acceder a su nueva nacionalidad norteamericana. Sin embargo, la información que distingue el argumento de «Nuevo Mundo» son las cartas de los inmigrantes. Como la mayoría eran campesinos analfabetos, se las dictaban a los pocos que sabían escribir y sobre ellas volcaban toda su fantasía para impresionar a los parientes y demás paisanos. Les contaban cosas como que en los Estados Unidos los ríos eran de leche, las hortalizas tenían el tamaño de un carro o los árboles daban monedas de oro. Hay que tener en cuenta que en el año 1900 los documentos gráficos eran escasos, por lo que la inventiva calenturienta compensaba los sinsabores propios de una existencia miserable en un país frío y desconocido.
El protagonista es un aldeano siciliano que concibe el viaje como una rogativa a la espera del milagro económico para él y su familia, tras un último acto de devoción y sacrificio rituales. La escena de la llegada del barco a Nueva York en medio de la niebla, fotografiada por Agnés Godard, pertenece ya a la antología del cine.
T.O.: «Nuovomondo».
Dirección y guión: Emanuele Crialese.
Intérpretes: Vincenzo Amato, Charlotte Gainsbourg, Aurora Quattrocchi, Francesco Casisa, Filippo Pucillo, Federica De Cola, Isabella Ragonese, Vincent Schiavelli, Massimo Laguardia.
País: Italia, 2006.
Duración: 118 minutos.
Género: Drama social.