Raimundo Fitero
Paciencia
Una ministra pide paciencia. Un ciudadano reclama soluciones. Una ciudadana explica su caso y muestra su cansancio ante tanta circunstancia adversa. Cada noticiario es un rosario de incidencias fruto de la mala gestión. Las averías por tierra, mar y aire en Barcelona empiezan a ser una constante, una especie de contracampaña turística. La paciencia no solamente es la madre de la ciencia. Es también un atributo que se cultiva y se consume a la velocidad de la incompetencia de los responsables de los servicios básicos. Cuando se acaba la paciencia popular se funden definitivamente todos los plomos. Y las reclamaciones suelen ser imposibles.
De carrerilla: En Cuatro intentan levantar la vida a una serie que no funciona repitiendo la tercera temporada de «House». Esto es sobreexplotación de una magnífica serie y no ayuda excesivamente a la que no funciona, «Cinco hermanos», que por otra parte no es nada mala en sí misma, quizás no sea para estas noches estivales. En Tele 5 están emitiendo con un audiencia paupérrima, «Jericho», una serie de la que se sabe no existe final ya que al ser un fracaso en USA, no se acabó por ser retirada antes de tiempo. Aquí lleva el mismo camino. Todo esto atenta contra la paciencia del telespectador. Para eso está el mando a distancia. O el desprecio absoluto.
Más peliagudo me parece a mí el rescate de la espeleóloga francesa en Isaba. Se convirtió en un recurso de cada noticiario. Lo hemos ido viviendo casi en directo, minuto a minuto, y ha tenido un resultado estupendo. Ha sido un éxito. Nos alegramos por el trabajo bien hecho, por haber ayudado a esa mujer con todos los medios necesarios. Sinceramente, ¿no parece un poco excesivo que se hayan empleado más de cien profesionales para hacer este salvamento? ¿Qué pensarán todas las personas que han sufrido inundaciones, incendios o accidentes graves y no han visto a las asistencias casi ni en el telediario? Tiene más impacto mediático el monte, las simas, los veleros, que los casos más pegados al mal funcionamiento de los servicios públicos cotidianos. Pedimos los mismos recursos humanos y técnicos en todos los casos y circunstancias.