maite soroa
Catalunya y la ministra española
El editorialista de «Avui» dejaba ayer traslucir esa irritación con sorna: «Hay dos posibilidades: que la percepción desastrosa que tienen los ciudadanos catalanes de las infraes- tructuras de Catalunya sea la correcta, o que tenga razón Magdalena Alvarez», pero no parece inclinarse por la segunda y no terminan de convencerle las explicaciones de la ministra echando balones fuera, porque «la ministra de Fomento no se encuentra al principio de su mandato. La legislatura no está comenzando, sino a unos meses de terminar. Cualquier defecto de planificación de hace años, en caso de que existiese, se habría de haber corregido convenientemente».
Desde «Abc» M. Martín Ferrand enumeraba a los ministros del ramo españoles desde la II República para dejar en evidencia la incompetencia de quien actualmente ocupa el cargo y, por tanto, la mala gestión del Gobierno de ZP, algo que no han logrado disimular «Los cohetes políticos, desde el `proceso de paz' a la `memoria histórica' (...)». Pues vaya birria de cohetes...
Y en «El Periódico de Catalunya» Juancho Dumall comparaba la diez plagas de Egipto con «Las siete plagas de Barcelona», como titulaba su pieza, entre las que mencionaba «Las cercanías. Renfe ha conseguido que el medio de transporte más habitual para trabajadores y estudiantes se convierta en una pesadilla. (...) El Prat. Tras el caos del verano pasado, este año el aeropuerto de Barcelona se ha especializado en las emocionantes rifas de maletas. (...) Los peajes. Muchos barceloneses se ven obligados a pagar a diario en las autopistas que rodean la ciudad. Pese a la cantinela de que Catalunya es tan rica que está llena de autopistas, carecen de vías alternativas gratuitas para sus desplazamientos cotidianos». Y no descarta llegar hasta la décima plaga: «Para no ser acusados de victimistas y no dar alas al separatismo, aguardaremos resignados a que nuestras calles se llenen de ranas o de langostas (...)».