Un ataque de EEUU mata al menos a 32 personas en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr
GARA |
Al menos 32 personas murieron y 12 fueron detenidas ayer en el barrio de Ciudad Sadr, en Bagdad, como consecuencia de una ofensiva de las tropas de Estados Unidos que también realizaron diversos ataques aéreos.
El mando militar estadounidense dijo que el objetivo del operativo eran redes de contrabando de armas y supuestos milicianos procedentes de Irán.
Si bien sostuvo que los fallecidos eran milicianos chiíes, tanto la Policía iraquí como testigos afirmaron que al menos nueve civiles murieron en el ataque. Se trata de una de las operaciones policiales más sangrientas lanzadas contra chiíes.
Para intentar justificarla, el Ejército invasor dijo, a través de un comunicado, que los fallecidos y los detenidos «eran parte de una red que facilita el transporte de armas y explosivos anti blindados de Irán a Irak, e introducir milicanos para su adiestramiento».
Por otra parte, las autoridades iraquíes impusieron una prohibición de conducir durante tres días en Bagdad e instalaron nuevos puestos de control coincidiendo con la peregrinación de miles de chiíes hacia una mezquita del norte de la capital, con motivo del aniversario de la muerte del séptimo imán, Moussa ibn Jaafar al Kadhim, uno de los principales santos chiíes, que murió en el año 799.
Se espera que más de un millón de fieles visiten hoy el santuario del imán, en el barrio bagdadí de Kazimiyah. Hace dos años, durante esta peregrinación al menos 1.030 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en una estampida sobre un puente del río Tigris que conducía a la mezquita. La gente echó a correr ante el rumor de que un kamikaze tenía previsto inmolarse.
Ya de víspera, los primeros puestos ambulantes con congeladores y botellas de agua, en los que también se ofrecen comidas y té, se alineaban en las calles mientras las autoridades se preparaban para evitar otra catástrofe igual.
Por otro lado, el Ministerio británico de Defensa anunció ayer el fallecimento de un soldado como consecuencia de un ataque con armas ligeras en Basora, al sur del país. Con esta muerte son ya 166 los soldados británicos fallecidos en Irak desde su invasión en 2003.
Segunda visita de a Irán
En este clima de violencia, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, llegó a Irán en su segunda visita en menos de un año para «fomentar las relaciones comerciales y de seguridad con países vecinos», manifestó.
En declaraciones a AP, precisó que las conversaciones se centrarán en superar los problemas de seguridad. Al Maliki fue recibido en el aeropuerto por el vicepresidente iraní, Parviz Davoodi, según informó la televisión estatal iraní. «Irán siempre ha puesto atención en proporcionar y mejorar la seguridad en Irak», manifestó Davoodi.
Está previsto que durante los tres días que dure la visita se reúna con distintos responsables de Irán. También firmará varios memorandos de cooperación con Teherán.