fin del proceso de investidura en nafarroa
Sanz ofrece ayuda al PSN tras ser investido con sus 12 votos
Doce de doce. Ninguno de los parlamentarios del PSN desobedeció la decisión del partido de dar la Presidencia a UPN. La sesión parlamentaria fue tranquila, en contraste con el ambiente creado en la calle por unas 200 personas de dife- rentes ideologías unidas por su disconformidad con el desenlace del caso. El PSN trata ahora de pasar la página y para ello Miguel Sanz le ofreció ayer su colaboración expresa, «discreta o como quieran».
Ramón SOLA | IRUÑEA
24 votos a favor, 14 en contra, 11 votos en blanco y una abstención. Así acabó, en una calurosa tarde de 11 de agosto, el culebrón político que se puso en marcha en la noche del 27 de mayo en Nafarroa. No hubo sorpresa. Ningún parlamentario del PSN desobedeció el mandato trasladado por la Ejecutiva del PSOE para que renunciaran a conformar un gobierno alternativo y sostuvieran a Miguel Sanz en la Presidencia.
Confirmado ya el resultado, Sanz, entre pensativo y emocionado, miró al techo mientras sus compañeros se acercaban a felicitarle. También lo hicieron, por este orden, Maiorga Ramírez (Nafarroa Bai), Roberto Jiménez (PSN) y Ion Erro (IUN). Sanz se lo agradeció a todos con palmadas cariñosas en el rostro.
Luego, en los pasillos, tanto desde UPN como desde el PSN se insistió en pasar la página. «Bien está lo que bien acaba», concluyó Sanz, que evidenció que a partir de ahora tiene interés en que el partido que dirige Carlos Chivite pueda recuperarse cuanto antes. En este contexto, Sanz hizo algunas afirmaciones que parecen indicar que considera que los actuales dirigentes del PSN no son los adecuados. Así, tras afirmar que éste «es un partido fundamental» y apuntar que «ya ha sido capaz de superar otras crisis anteriores», añadió lo siguiente: «Debe encontrar a las personas adecuadas, con el equilibrio político necesario, para saber qué es lo que tienen que hacer, por qué camino deben ir y a dónde quieren llegar. Difícilmente pueden solventarse los problemas cuando no se encuentran las personas adecuadas».
Por si quedaran dudas, Sanz fue aún más explícito sobre su interés en que el PSOE remonte el vuelo lo antes posible en Nafarroa: «Tiene que tener una reflexión profunda y sincera, sin complejos, y si en ella en un momento determinado a mí se me requiere una cierta colaboración, discreta o como quieran, yo la haré», indicó.
Desde las filas del PSN, por su parte, se busca una tabla de salvación: presentar el cambio de tono de Sanz como un triunfo de su grupo. Su líder, Carlos Chivite, habló en los pasillos de que «se acaba la política de bloques» y defendió que ahora «hay que pensar en lo que tenemos por delante, no en lo que pudo ser y no fue». Pero Sanz dejó claro en sus declaraciones que «no hay en mi discurso ningún distanciamiento respecto al PP; quizás sí una diferencia de talante, pero no de principios».
Cuatro dimisiones en el PSN
El capítulo pendiente de esta historia es la crisis abierta en el seno del PSN, que logró al menos evitar ayer desmarques en el grupo parlamentario, dado que ni siquiera Juan José Lizarbe -posible líder de un sector crítico emergente- votó en contra de Sanz.
Causó cierta sorpresa el hecho de que los electos del PSN no se abstuvieran sino que -salvo uno de ellos- votaran finalmente en blanco. A efectos del resultado final, la cuestión era irrelevante, como se encargó de remarcar el portavoz del grupo, Roberto Jiménez.
Según una hipótesis que circuló por los pasillos del Parlamento, el episodio sí constituye un pequeño reflejo de la disconformidad abierta en el seno del grupo. Al parecer, algunos parlamentarios habían decidido plasmar su descontento con la orden de Ferraz votando en blanco en vez de abstenerse, con el fin de diferenciar su posición. La dirección del PSN habría conocido esta intención y, con el fin de evitar imagen de división en el seno del grupo, determinó que quienes sí compartían la orden de los órganos federales votaran también en blanco. Así, al final sólo un electo, probablemente por despiste o desconocimiento, terminó absteniéndose.
La cuestión quedó a modo de simple anécdota. Lo sustancial era que no se habían producido votos en contra de Sanz, lo que sí habría deparado medidas disciplinarias y un recrudecimiento de la tensión interna. En cualquier caso, el malestar sigue deparando un goteo de renuncias e incluso de entregas de carnés. En el exterior del Parlamento hizo ayer pública su dimisión el tudelano Mariano Cerezo. Dejan la Ejecutiva junto a él María Luisa Osta (Miranda de Arga), Lourdes Montero (Zizur) y Teresa Iradiel (Buñuel).
Cerezo participó en el inicio de la protesta realizada en el exterior de la Cámara junto a otros tres representantes conocidos del partido: la ex concejal de Iruñea y miembro de Ahotsak Ainhoa Aznárez, el ex parlamentario y concejal de Atarrabia José Luis Uriz, y la hasta anteayer presidenta de las Juventudes Socialistas de Navarra y miembro del Comité Federal del partido, Irene Lapuerta.
Los críticos con la decisión del PSOE enarbolaban carteles con lemas como «No voté para esto» o «PP Blanco» (con la gaviota del Partido Popular sobrevolando las dos siglas), en señal de denuncia de la actitud adoptada por el secretario de Organización del PSOE. En el interior del Parlamento también se hicieron bromas sobre el voto en blanco de los parlamentarios; había quien sostenía que se podía tratar de un mensaje subliminal dirigido al número dos del PSOE, encargado de imponer la orden de dar vía libre a UPN.
En las palabras de Cerezo sí quedó claro que las últimas declaraciones de Blanco no han contribuido a calmar las aguas, sino todo lo contrario. El secretario de Organización tildó el viernes de «irrelevante» la dimisión en pleno de la Ejecutiva navarra de las juventudes: «Su prepotencia es increíble. No merece la pena seguir, estamos cansados de que un socialista navarro no valga lo mismo que un socialista catalán o un socialista gallego», manifestó el dimisionario Cerezo, natural de Tutera.
El secretario general del PSN, Carlos Chivite, lanzó mensajes más moderados. Tanto en declaraciones por la mañana a la Cadena Ser como por la tarde en los pasillos del Parlamento abogó por «mirar hacia adelante» y «hacer un ejercicio responsable de mayor unidad. No podemos contribuir a lo que nuestros adversarios pretenden, que es hundir nuestro barco».
El siguiente asalto se pospondrá posiblemente al 1 de setiembre, día en que se ha convocado una reunión del Comité Regional en la que por fin participará José Blanco. Chivite cuenta con tres semanas por delante para intentar calmar el descontento de gran parte de las bases, que han anunciado que ahora exigirán también la dimisión del grupo parlamentario, además de la renuncia de la Ejecutiva.
Tres formaciones quedan ahora de modo nítido en la oposición al Ejecutivo de UPN-CDN: Nafarroa Bai e IUN dentro del Parlamento y la izquierda abertzale en el exterior. Todos ellos se refirieron a la investidura consumada ayer como una mala noticia.
Patxi Zabaleta, cabeza de lista de la coalición, tildó el desenlace de «profundamente insatisfactorio» en la medida en que la titularidad del Gobierno «ha sido decidida por estructuras de Madrid. Un sector mayoritario se ha quedado sin gobierno, pero estamos satisfechos por la labor realizada. Se ha trabajado por el cambio y hemos demostrado que era posible. Sólo la razón política lo ha impedido».
NaBai, IUN, izquierda abertzale
A partir de ahora, Nafarroa Bai anuncia «oposición muy contundente, efectiva y eficaz» y considera que lo ocurrido va a beneficiar a su coalición. «Estamos en situación inmejorable para aspirar a medirnos con UPN, y si es posible ganarle», llegó a indicar Zabaleta, mirando ya a 2011.
La izquierda abertzale incidió, por boca de Pernando Barrena, en la conclusión de que «no hay cambio posible sin desactivar la trampa del Amejoramiento». Resaltó que no sólo se ha decidido ahora en Madrid, sino que en realidad siempre ha sido así: «El Amejoramiento se cocinó en Madrid», recordó.
Barrena consideró en paralelo que «ha quedado probado que los intentos de Nafarroa Bai descafeinando su planteamiento político se han quedado en nada, porque en última instancia no hay cambio posible sin tocar el actual estatus y agachándose ante el PSN». Y afirmó que la izquierda abertzale seguirá trabajando por ello.
Desde IUN, su coordinador, Ion Erro, también centró su censura en el hecho de que Sanz es presidente «no porque lo quiera Navarra, sino porque lo quiere Ferraz». «Hoy en esta cámara no ha estado representada la sociedad navarra en general», manifestó Erro.
Incidió de nuevo en que no ve margen para cambios en esta legislatura: «Vamos a poder ver cómo el pacto entre PSOE y UPN es firme. La sociedad progresista y de izquierdas va a tener que vehiculizar sus propuestas a este parlamento a través de otras formaciones».
La imagen del día estuvo en la entrada al Parlamento. Allí, un grupo políticamente heterogéneo de personas recibió y despidió a los electos de PSN, UPN y CDN con una lluvia de insultos. Se escucharon epítetos como «hijos de puta», «sinvergüenzas», «contrabandistas», «mafia» e incluso «al paredón».
Quien pasó los mayores apuros fue el secretario general del PSN, Carlos Chivite, que llegó al lugar a pie junto al parlamentario José Luis Izco y se encontró con que los concentrados cruzaban la carretera a la carrera y se le echaban encima. Chivite tuvo que apretar el paso mientras los forales interponían un cordón de seguridad. A la salida ocurrió algo similar. En ese momento, los participantes en la protesta, algunos de ellos muy alterados, corearon lemas como «Manos arriba, esto es un atraco» y «Navarra no se vende, se regala».
La impresión inicial de que aquella era una protesta de las bases del PSN se difuminó pronto. En ella confluyeron personas de diferentes ideologías que comparten la indignación por el desenlace de este proceso. Así quedó de manifiesto en los gritos de «Nafarroa aurrera» y las aclamaciones a Patxi Zabaleta, que a su salida no dudó en pararse allí ante los fotógrafos. Poco antes, en los pasillos del Parlamento, el líder de Nafarroa Bai había mostrado su solidaridad con todos estos votantes y había ofrecido a su coalición como opción futura porque «no les vamos a defraudar». De igual modo, quedó claro que no eran simpatizantes del PSOE quienes lanzaron en la calle gritos como «Izquierda Unida jamás será vencida». En la protesta se reunieron entre 100 y 200 personas, según los momentos.
El Paseo de Sarasate, de hecho, era punto de cita común para dos movilizaciones diferentes. Una de ellas estaba impulsada por críticos del PSOE de Erribera, que hicieron declaraciones al principio pero luego se fueron retirando discretamente en vista del cariz que iba tomando la cosa. El otro llamamiento, sin firma, fue circulando a través de mensajes sms durante la mañana.
Los concentrados no sólo increparon a dirigentes del PSN, sino también a los de CDN y UPN. Algunos de este último partido entraron al trapo: el futuro vicepresidente, Javier Caballero, mantuvo algún rifirrafe verbal a la salida, lo mismo que ocurrió con el ex alcalde de Tafalla y ex parlamentario Luis Valero, que le acompañaba. Y Miguel Sanz sostuvo la mirada en tono desafiante a quienes le insultaban desde la otra acera de la calle.
En el Parlamento, Chivite situó la concentración como «una reacción emocional que no comparto» y habló de «desterrar este tipo de actitudes». Sanz dijo que «no se puede construir nada desde la frustración y el resentimiento». Y Juan Cruz Alli (CDN) añadió que «quien se había hecho esperanzas falsas era el nacionalismo vasco».
Miguel Sanzek prest du legealdiari ekiteko taldea. Orain oporralditxoa dator eta kargua noiz hartuko duten zehaztu ez arren, izen guztiak ziurtzat ematen dira. Berritasun batzuk badaude; besteren artean, hurrengo gobernuak bi presidenteorde izango ditu: Javier Caballero eta Alvaro Miranda. Lehenak orain arte zuen ardurari eutsiko dio, hau da, Justizia, Barne eta Presidentetza sailari. Bigarrenak, aldiz, Ekonomia sailaren burua hartuko du; orain arte horretan Francisco Iribarren ari zen baina politika utzi egin du. Azken hori zen, gainera, presidenteorde bakarra aurreko gobernuan.
Lan Publikoetako ardura Laura Alba legebiltzarkidearen eskuetan gelditu da, eta Madrilen UPNren ordezkari Amelia Salanueva sailburu bilakatuko da, Toki Administrazioan. UPN alderditik datorren hirugarren aurpegia berria euskalduna da: Begoña Sanzberro, Nekazaritza eta Ingurugiroan. Ondorioz, itxura guztien arabera, estreinakoz izango da sailburu euskaldun bat Nafarroako Gobernuan. Baztangoa da Sanzberro eta euskarazko hedabideetan egiten dituzten tertulietan parte hartzeagatik ezaguna da.
CDNri dagokionez, berritasunik ere bada. Bi legebiltzarkide baino ez dituen arren, bi sailak izateari eutsiko dio Juan Cruz Alliren taldeak. Horietariko bat, gainera, garrantzi handikotzat har daiteke: Hezkuntza, Carlos Perez Nievas buru izango duena. Bestetik, Etxebizitza saila, aldaketarik ez bada, Carlos Esparzak hartuko du.