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ESTADO DE EMERGENCIA EN GRECIA

La desolación reina en las zonas calcinadas del Peloponeso

Un vehículo de los bomberos volcado y carcasas de coches carbonizados es lo que quedaba ayer en la localidad de Artemida, al oeste del Peloponeso, de un convoy de trece personas que murieron durante la noche por el incendio del que no pudieron huir.

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Louisa GOULIMAKI - Adriana FLORES

«Estamos desolados, diez de ellos estaban en el pueblo, había una madre con cuatro niños, y una abuela con dos nietos» declaraba ayer Vassilis Viglas, de 65 años, a una fotógrafa de la agencia AFP.

Todas las personas que se encontraban en Artemida (140 habitantes en invierno y 300 durante el verano) intentaron evitar el fuego dirigiéndose hacia la costa, pero la ruta estaba aparentemente bloqueada por una colisión entre un camión de bomberos y otro vehículo, relata conmocionado Viglas, aún bajo los efectos del drama.

Su casa quedó calcinada y una capa gris recubre toda la zona. El sol apenas es visible por el humo, que recubre centenares de hectáreas de olivos abrasados por el incendio.

Hay cadáveres de caballos y perros por doquier; los vehículos de la Policía y de los bomberos van y vienen, no hay ni electricidad ni teléfono, nadie se quedará hoy a dormir en Artemida. Ni hoy ni en mucho tiempo, seguramente.

«Es el caos, el trabajo de varias generaciones se ha perdido», relata Viglas. Reunidos sobre lo que queda de la plaza del pueblo, el resto de los habitantes de esta pequeña localidad griega rehuye a los periodistas.

Conservador, como muchos en esta región, Vassilis Viglas se resiste a criticar la actuación del Gobierno (de derecha), que otros muchos deploran.

Más allá de las colinas, las llamas emergen de vez en cuando, alimentadas por las ráfagas del viento que sigue dando combustible a los incendios.

El fuego ha provocado 35 muertos en esta zona, y ahora se dirige hacia el norte, hacia la localidad de Krestena, donde ya están evacuando a la gente hacia las playas vecinas. Una mujer se lamenta de que no ha tenido tiempo para recoger nada, ni tan siquiera el dinero que guardaba en casa.

Más al sur, en la turística península de Magne, han perecido otras seis personas.

Más de 30 focos

Oficialmente, Grecia está en estado de emergencia. En total, más de 30 focos de fuego seguían vivos ayer al mediodía en varias partes de Grecia, especialmente en la isla de Eubea, a unos 100 kilómetros de Atenas, en la vecindad de Papagu, en el monte de Imitos en Atenas, donde los monasterios también fueron evacuados, y en el monte de Pendelis de la capital, que ya se quemó la semana pasada.

Los vigorosos vientos que soplaban en las prefecturas afectadas han empeorado la situación y han restringido el uso de medios aéreos para extinguir los focos de incendios que avanzaban en un frente de 40 kilómetros y devoraban todo lo que encontraban a su paso.

Los fuegos del Peloponeso se suman a otros 3.000 incendios que han calcinado una extensión de 100.000 hectáreas desde junio en varias partes de Grecia y que han causado otros diez muertos durante un verano extremadamente caluroso, con temperaturas que han sobrepasado los cuarenta grados.

El portavoz del servicio de bomberos, Nikos Diamantis, declaró ayer en rueda de prensa que «las ráfagas de viento cambiaban continuamente la dirección del fuego y dificultaban la labor de los bomberos».

Ayer por la mañana, unos 700 soldados fueron movilizados hacia esta región para ayudar a crear cinturones cortafuegos.

Dos aviones cisterna franceses se han sumado a otro par de aparatos que envió París ayer, durante el primer día del incendio y ciudadanos privados han ofrecidos también tres helicópteros para asistir a los bomberos en las labores de extinción. También participaban en la operación helicópteros militares Super Puma y aviones Canadair de los bomberos.

El primer ministro, Costas Caramanlis, ha convocado una reunión extraordinaria con los ministros pertinentes para revisar la situación y todos los jefes de partidos de la oposición han cancelado sus campañas electorales debido a la catástrofe nacional y se han trasladado al Peloponeso.

Críticas al Gobierno

A 22 días de las elecciones legislativas anticipadas del 16 de setiembre, el siniestro constituye un golpe para el Gobierno conservador saliente debido a las acusaciones de parte de la opinión pública y de las autoridades locales, afectadas por la descoordinación para afrontar el siniestro. También se ha criticado la falta de instrucciones por parte de las autoridades locales a los cientos de pobladores que durante la noche del viernes quedaron aislados en sus pueblos, a pocos metros de las llamas. El Partido Comunista de Grecia, por su parte, atribuyó los incendios a pirómanos como «resultado de la politica de venta de tierras».

Después de que el primer ministro volara en un helicóptero militar la pasada medianoche a una de las prefecturas afectadas, se constató un mejor coordinación entre las distintas autoridades. En cualquier caso, los bomberos habían denunciado que se encontraban al límite de su capacidad.

Una de las medidas es el llamado plan «Persea» de emergencia nacional que obliga a tener a todos los hospitales en alerta y dar albergue a las centenares de personas que han quedado sin viviendas y sin bienes.

Tanto Caramanlis como el presidente heleno, Carolos Papulias, calificaron estos incendios de tragedia nacional y declararon que se viven «días de duelo nacional». Y las previsiones no son nada halagüeñas, puesto que se preven fuertes vientos y más calor para los próximos días.

Los partidos de fútbol de la Liga de fútbol previstos para este fin de semana fueron suspendido por el duelo por las víctimas y los damnificados en los incendios.

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