Así lo sentimos en el año 96 bastantes personas: Alguien tenía que romper los cables e intentar parar la atrocidad de Itoitz para evitar un desastre ecológico, humano y, por supuesto, un buen pelotazo económico, cuyo objetivo sigue sin justificarse a los ojos de la ciudadanía Nafarroa.

De entonces aquí han seguido ocurriendo cosas, como que a pesar de las irregularidades lo hayan construido y además que las personas que tomaron esas decisiones vuelvan a estar otra vez, de forma también irregular, al mando del Gobierno de Nafarroa. Personas que, me imagino yo, no viven en las cercanías de Itoitz, pues uno o una siente en sus carnes los problemas, en este caso el miedo puro y duro a que explote y arrastre consigo todo lo que se encuentre aguas abajo, y si tuvieran que convivir todos los días con el ruidito de los suelos crujiendo, seguro que esa decisión de dar el visto bueno al pantano de Itoitz se la habrían pensado mejor. Y, por supuesto, si de lo sucedido y lo que pueda ocurrir hubiera responsabilidades personales de quienes votan a favor de esos proyectos, seguro que también se lo pensarían un poco más antes de dar su voto a favor. Pero como esto en la política actual no es así, quienes deciden no responden con su persona y dinero sobre lo ocurrido y tampoco suelen estar afectados o afectadas por las consecuencias humanas de lo que votan, pues es normal que alguien con un poco de sensatez tuviera que intentar hacerlo -pararlo-. Y una de esas personas es Julio Villanueva, que al igual que en el momento de su detención, es como el arco iris o la espada de luz en pugna con el desarrollo salvaje y especulativo.

Al igual que yo, muchas personas de esta comunidad no entienden que después de tantos años y por una acción pacífica y legítima te detengan y te encierren para cuatro años. ¡No hay derecho!

Hacía tiempo que no te veía. Supongo que seguirás siendo esa persona con cara traviesa y mirada curiosa, generosa y dispuesta a compartir con todos y todas las demás tus saberes y energías. Presiento que voy a estar más tiempo sin poder verte en persona. ¡Te estaban esperando para atraparte! ¿Esta va a ser la anunciada política de mirar hacia todos los lados del señor Sanz? ¿Significará esto que va a mirar de nuevo todo lo acontecido y mandará detener a quienes podamos ser disidentes por muy pacíficamente que lo hagamos? ¡Pues vaya con el nuevo talante navarrorum!

Bueno, Julio, aquí seguiremos pidiendo tu libertad y denunciando que en Itoitz y en los pueblos de alrededor se oye el crujir de la tierra, que llora y amenaza. Seguiremos diciendo que Itoitz es una obra irracional e innecesaria además de peligrosa y, por supuesto, pensando que ¡alguien tenía que hacerlo!