Estimado Raimundo, suelo leer con frecuencia tu columna y unas veces coincido con tus opiniones y otras no. Cada cual tiene las suyas y mientras no se basen en falsedades todas son defendibles.

Lo que no me esperaba es que sin venir a cuento afirmes que el Socialismo del Siglo XXI que promueve el presidente Chávez se reduce un cambio constitucional para ser reelegido permanentemente.

Vivimos en un estado en el que el jefe no fue elegido por nadie y lleva 30 años en el poder y todos los residentes que ha habido desde el franquismo no han estado más años simplemente porque no han sido reelegidos, pero no hay traba legal para ello, y lo mismo sucede en los demás estados de Europa. Los que hacen la misma crítica que tú se «olvidan» de decir todo eso, como te «olvidas» tú.

También te olvidas (no la has leído) de que para que esa Constitución salga adelante se tiene que aprobar en el Parlamento; luego se discutirá y, por último, saldrá a refrendo popular y sólo si es aprobada se hará vigente. La Constitución que a ti «te protege» no fue aprobada en mi pueblo y me la han impuesto.

Tampoco has leído que si es aprobada se establecerá que el horario de trabajo es de 6 horas al día (ya quisiera yo) y la prohibición a los patrones de obligar a horas extras, y la prohibición del latifundio, y el derecho a jubilación y a bajas pre y post natal, y la horizontalización del poder con el impulso de los Consejos Comunales para que se decida abajo lo que es de interés local...

Pero a ti todo eso te suena a música. tú te sientas ante el televisor y te crees todo lo que te dicen en el Canal 4 Polanco y sus muchachos. Y te quedas con lo de dictador (un tipo que ha ganado por goleada todas las votaciones); lo de loco (por sus formas chocantes para un eurocentrista); lo de gorila rojo... También te habrás creído que ha cerrado Radio Caracas Televisión, cuando lo que ha hecho ha sido simplemente no renovarle la licencia que le regaló la derecha extrema hace 53 años. Por cierto, que sigue emitiendo, y me alegro, pero no por las frecuencias de onda que le corresponden a Venezuela.

Lo mismo que tú has dicho no me duele en otros, pero en ti, como columnista de GARA, no soporto la pereza intelectual o el dejarse arrastrar por el cliché fácil. De ti como de cualquier columnista de GARA espero y respeto cualquier opinión, pero, eso sí, con rigor intelectual y honradez personal.