La asociación de víctimas del Golpe de Estado, de la represión y del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977 celebró ayer al mediodía, junto con la Coordinadora de Comparsas de Bilbo, un homenaje público a las víctimas del franquismo. El acto tuvo lugar en el recinto de txosnas del Arenal bilbaino, se realizó por segundo año consecutivo y contó con la presencia de dos representantes de la Asociación Pueblo de las Viudas de Sartaguda, además de un miembro del Consistorio de esta localidad.

El homenaje reunió a algo más de un centenar de personas y estuvo presidido por una silla ocupada por una ikurriña, una bandera republicana y varios claveles rojos. El acto comenzó recordando cómo «hace setenta años esta ciudad vivía en un ambiente de terror tras la entrada de las tropas franquistas que ya habían comenzado su orgía de miedo y muerte, encarcelando a miles de ciudadanos vascos y bilbainos, asesinando tras la celebracion de juicios-farsa a decenas de ellos y forzando a miles al exilio».

Valores de la democracia

Tras la presentación, tomó la palabra Gabriel Martínez, concejal del Ayuntamiento de Sartaguda por EAE-ANV que representó al Consistorio de esa localidad. Martínez agradeció la invitación y remarcó la importancia de trabajar «en defensa de la memoria histórica, de la memoria de los valores de la democracia y la libertad por la que fueron asesinados miles y miles de navarros, de vascos y de ciudadanos de los otros pueblos del Estado español».

Faltaban tres gudaris

Después de su intervención llegó el momento del aurresku de honor ofrecido a todas las víctimas del franquismo. Progreso Mangado, presidente de la Asociación Pueblo de las Viudas, agradeció la solidaridad y la iniciativa de Ahaztuak 1936-1977 y de las comparsas bilbainas. «Sois los primeros que fuera de Navarra ponéis en marcha una iniciativa concreta de ayuda y solidaridad para con nuestro proyecto, y con ello estáis haciendo más que muchas instituciones navarras que, como el Ayuntamiento de Pamplona, se han negado a dar un euro», comentó, haciendo alusión al proyecto del Parque de la Memoria.

Sus palabras dieron paso a la intervención de un miembro de Ahaztuak 1936-1977 que recordó cómo el pasado año «tres gudaris, tres milicianos, estaban aquí junto a nosotros y hoy ya no pueden estar pues uno de ellos ha fallecido y los otros dos se encuentran aquejados de graves problemas de salud». «Esto debe hacernos reflexionar sobre la urgencia y la importancia de la memoria, la verdad y la justicia para las víctimas del franquismo», prosiguió. Agradeció el apoyo de las comparsas al homenaje y a la iniciativa de recaudar fondos que ayuden a sufragar lo que aún resta para pagar el Parque de la Memoria que se está construyendo en Sartaguda, lugar donde serán recogidos en un espacio de memoria los nombres de los casi 3.800 navarros asesinados tras el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936.

El portavoz de Ahaztuak señaló la relevancia que tienen estos actos, porque constituyen «una expresión popular de democracia, de decir alto y claro quiénes defendieron en 1936 la voluntad popular y quiénes la atacaron, quiénes fueron realmente los que se rebelaron con las armas contra esa voluntad».

La unión de la izquierda

El representante de la asociación que trabaja para recuperar la memoria histórica añadió que «el respeto a la voluntad popular es la seña de identidad necesaria e irrenunciable de cualquier persona o fuerza política que se reclame demócrata y de izquierdas».

Por ello, pidió el reconocimiento y el aplauso de los presentes «a esa muestra de respeto a la voluntad popular que ha sido la actitud del alcalde y los concejales del PSN y de ANV de Sartaguda», al tiempo que señaló que «eso es tener memoria histórica, eso es a día de hoy un pequeño destello de aquella filosofía de la necesaria unión de la izquierda para derrotar a la derecha que fue el Frente Popular navarro y que hay que volver a recuperar».

Al finalizar su intervención, la chupinera de la Aste Nagusia Larraitz Cisneros hizo entrega de la aportación económica que las diferentes comparsas habían decidido hacer efectiva en el acto de ayer y que está destinada al Parque de la Memoria que se está erigiendo en Sartaguda. Tras la donación, las personas asistentes aplaudieron emocionadas dando por terminado el acto con el canto del Eusko Gudariak y La Internacional. Se dirigieron al puente del Arenal, desde el que arrojaron a la ría en una simbólica ofrenda floral decenas de claveles rojos.