El presidente de EEUU, George W. Bush, reafirmó ayer su negativa a iniciar un repliegue de sus tropas del Irak ocupado a dos semanas de que se haga público el anunciado informe sobre la situación en el país árabe. «Nuestras nuevas operaciones no han hecho más que comenzar (...) Los sucesos en los últimos dos meses han demostrado que las condiciones sobre el terreno pueden cambiar, de hecho están a punto de cambiar», aseguró en su alocución radiofónica semanal. Siete transeúntes murieron ayer en un barrio chiíta al norte de Bagdad en plena y masiva peregrinación chiíta a la ciudad santa de Kerbala.