El mahaikide Patxi Urrutia afirmó en un acto que tuvo lugar ayer en Berriozar que «las dos primeras barreras a demoler» para que las decisiones de los vascos sean respetadas son «el Estatuto vascongado y el Amejoramiento del Fuero». Advirtió de que «si no hacemos esto, estaremos reconociendo a Madrid el derecho a decidir por nosotros».

Urrutia retrocedió en el tiempo, para explicar que el conflicto que sufre Euskal Herria no ha cambiado en los últimos 500 años. Afirmó que el problema sigue siendo la falta de libertad y soberanía del pueblo, «antes colonia de Castilla y ahora de España», y que la izquierda abertzale hace una apuesta por la paz, una paz con tres cimientos: libertad, democracia y soberanía.

Derecho sin efectividad

El verano está avanzando y el nuevo curso político está a punto de comenzar. Patxi Urrutia lamentó que en Nafarroa «nos encontramos con una realidad que queríamos evitar a toda costa», ya que UPN está de nuevo al frente del Gobierno y el Ayuntamiento de Iruñea. En opinión del mahaikide, Miguel Sanz y Yolanda Barcina no están en el poder porque ganaron las elecciones, sino porque «el derecho al voto de navarros y navarras no tiene efectividad».

En ese sentido, denunció que los resultados los gestionan en Madrid y en base a acuerdos que ya están rubricados desde hace 30 años. Entonces, el PSOE firmó un pacto en el que «se comprometía a considerar a Nafarroa como cuestión de Estado». Urrutia señaló que mientras ese pacto esté en vigor, cualquier posibilidad de decidir el cambio de los navarros es puro espejismo.

En su opinión, Nafarroa Bai ha jugado un papel importante «en este gran fraude», porque «con su silencio cómplice ha contribuido a legitimar unas elecciones que no cumplían los mínimos democráticos».

«Se han pasado meses vendiendo humo -criticó-. Como los charlatanes de feria anunciaban el mejor producto y en cuanto se le ha quitado el papel el producto se ha disuelto. ¿No nos vendían cambio con el PSN? ¿Dónde está lo que prometieron, o prometieron lo que no podían dar? Sencillamente vendieron humo».