Tras más de tres años deseando hablar sólo de fútbol, al Alavés le ha llegado la hora de regenerarse desde los terrenos de juego. El Nou Estadi de Tarragona, lugar en el que hace tres temporadas Piterman acarició su mayor momento de gloria con un ascenso a Primera que se retrasó una semana, será esta tarde el escenario del primer partido oficial del Año I Post-Dmitry. Las cosas han cambiado tanto que hoy será el recién descendido equipo catalán el que parta con la etiqueta de favorito a retornar a Primera, mientras que el Alavés aspira a competir dignamente gracias a su mezcla de ilusión y ganas de dar carpetazo al capítulo más negro de su octogenaria historia.

A priori, al renovado Alavés le ha tocado estrenarse en una de las salidas más complicadas, visitando a un Nàstic de Tarragona que ha invertido mucho dinero en reforzar su plantilla para regresar a Primera y en el que apenas se mantienen ocho jugadores del año pasado. Entre los fichajes más sonados por parte del equipo tarraconense se encuentra la del medio punta asturiano Jandro, al que Josu Uribe tenía reservado un puesto importante en la creación albiazul, pero que entendió que su ciclo en Gasteiz había finalizado tras dos años en los que no rindió lo que se esperaba.

A pesar de haber trabajado durante gran parte de la semana -incluso ayer- con un once, Josu Uribe no quiso confirmar ayer su primer equipo titular e incluso advirtió de que pocas veces utiliza a los jugadores con los que ha venido ensayando, quién sabe si en un intento de despistar al rival.

En principio, según lo trabajado durante la semana, Bernardo parece seguro en la portería, con una línea de cuatro defensiva compuesta por Iñigo Calderón en el lateral derecho, Mateo y Pablo Casar de centrales y Tarantino en el lateral zurdo. En el eje del centro del campo Astudillo también parece tener un puesto garantizado y el gasteiztarra Natxo Garro parece partir con ventaja sobre Lacen para acompañar al capitán.

Por lo visto hasta ahora, el Alavés parece haber recuperado la solidez defensiva y los problemas surgen en ataque, puestos en los que menos efectivos cuenta Josu Uribe.

Las dudas de cara a esta tarde están del centro del campo hacia adelante donde, por la falta de alternativas, Toni Moral, Wellington Paulista y Samuel parecen fijos. No obstante, la posición de este último parece la clave del primer equipo inicial del técnico asturiano.

Durante la semana, el centrocampista fichado del Burgos ha jugado como enganche por el centro, con Edu Alonso en el extremo, pero el joven catalán bien podría jugar en la derecha, su posición más natural, con lo que crecerían las opciones de ser titular de Mena.