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Praileaitzen Lagunak ha recurrido ya el decreto de Lakua

«El decreto del Gobierno Vasco que protege, dicho esto con mucha ironía, la cueva de Praileaitz es, más que un instrumento para preservar un bien cultural, un protocolo de explo- tación de la cantera de Sasiola; protege la cantera, no la cueva». Así se expresaron ayer miembros de Praileaitzen Lagunak, que han presentado un recurso de reposición.

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Martin ANSO | DONOSTIA

Maite Marco, Iñaki Epelde, Fernando Larruquert y Peio Urtasun, miembros de la junta directiva de Praileaitzen Lagunak, asociación que agrupa a profesionales de la cultura preocupados por el futuro del santuario paleolítico recientemente hallado en Deba, comparecieron ayer en rueda de prensa para dar a conocer que han presentado un recurso de reposición contra el decreto publicado en julio pasado por el Departamento de Cultura de Lakua.

Según puede leerse en el recurso, «el criterio del Gobierno, y en concreto el que hace aplicar su consejera Miren Azkarate en este caso, es arbitrario, carente de rigor y evidencia una inexplicable falta de sensibilidad por el patrimonio». Al respecto, Maite Marco aseguró que «en este asunto han primado desde el principio los intereses de la cantera» y lamentó que «el mismo ejecutivo que trata de proyectar una imagen de interés por la protección del patrimonio paleolítico actúe en Praileaitz como está actuando», en referencia expresa a la iniciativa para que Ekain, Altxerri y Santimamiñe sean declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, para lo que un especialista realizó el lunes una visita.

Praileaitzen Lagunak considera que el decreto no protege el santuario por dos motivos: porque plantea medidas y permite actividades basándose en una documentación «desfasada o incompleta» y porque no contempla la defensa del entorno cultural de la cueva, es decir, lo que queda de la ladera en la que se encuentra.

«Como se ha mostrado en otros casos -el recurso cita como ejemplos los de Altamira y Ekain-, el estudio científico debe ser considerado como un nivel de actuación previo a la definición de espacios de protec- ción de bienes culturales». La asociación estima que no es eso lo que ha pasado en el santuario de Deba. «¿Cómo es posible que a la cueva de Praileaitz, a la que teóricamente corresponde el mismo nivel de protección que a otras de Bizkaia y Gipuzkoa, no se le aplique el mismo criterio?», pregunta la asociación. Y, al respecto, hace notar que el decreto establece una serie de áreas de protección a partir de las paredes exteriores del «desarrollo conocido» de la cueva, pero ésta cuenta con galerías taponadas. «Si una de ellas tuviera un desarrollo de, por ejemplo, cien metros, eso cambiaría radicalmente la definición de las áreas. Hasta que no se defina con exactitud el desarrollo de la cueva, para lo que es necesario llevar a cabo estudios científicos, queda comprometida la definición de las áreas de protección. ¿Cómo conservar lo que no conocemos?», pregunta Praileaitzen Lagunak.

El recurso constata, asimismo, que las pituras paleolíticas halladas se encuentran sobre banderas, un tipo de formación geológica muy frágil. El decreto ha considerado que el máximo de vibración admisible como consecuencia de las voladuras de la cantera es de 4 milímetros por segundo. «Pero, si atendiendo a que a la cueva, en virtud de la Ley de Patrimonio Cultural, le corresponde el máximo nivel de protección, en lugar de 4, la vibración máxima fuera de 3, como en otros yacimientos, las distancias de seguridad aumentarían y la potencia de las cargas a explosionar en la cantera debería disminuir».

Otra de las motivaciones del recurso es que el decreto no garantiza la preservación del entorno cultural de la cueva, que Praileaitzen Lagunak, como la sociedad Aranzadi, el Ayuntamiento de Deba y otras entidades diversas, identifica con lo que queda de la ladera del monte que explota la cantera, del grupo Amenabar.

La asociación constata que la cantera sigue adelante, opina que la cueva «corre peligro» y reconoce que «cada vez es menor la capacidad de maniobra», pero, según adelantó ayer Maite Marco, piensa «agotar todas las vías legales».

Nuevo talante foral

Es el propio Gobierno de Lakua quien deberá resolver sobre el recurso, pero los miembros de Praileaitzen Lagunak no pierden la esperanza. «No estamos sólo nosotros, sino que también el Ayuntamiento de Deba, los de la comarca, la sociedad Aranzadi y otras muchas entidades estamos en la misma onda; además, en la Diputación de Gipuzkoa hay un nuevo equipo con otro talante, otra sensiblidad, y que parece que estaría dispuesto a hacer algo para paliar la situación. A ver si entre todos hacemos mella y el Gobierno Vasco modifica ese decreto, que, tal y como está, sólo satisface a los intereses de la cantera», concluyó Maite Marco.

UNESCO

En referencia a la propuesta para que la Unesco declare Ekain, Altxerri y Santimamiñe Patrimonio de la Humanidad, Maite Marco lamentó que «el mismo ejecutivo que trata de proyectar una imagen de interés por el patrimonio paleolítico actúe en Praileaitz como está actuando».

Praileaitz SOS ofrece dos modelos

El de la asociación Praileaitzen Lagunak no será, a buen seguro, el único recurso de reposición contra el decreto de Praileaitz que reciba el Gobierno de Lakua antes del próximo 7 de septiembre, fecha en la que, en principio, concluye el plazo. De hecho, Praileaitz SOS, coordinadora que agrupa a la práctica totalidad de las entidades culturales de Deba, está haciendo circular desde amigosdepraileaitz.wordpress.com dos modelos de recurso de reposición para facilitar que «cualquier persona o entidad sensible con el patrimonio pueda abogar por la conservación íntegra de la cueva del chamán paleolítico de Praileaitz y su entorno». Son dos modelos de recurso «distintos pero complementarios», destacan los promotores de la iniciativa, quienes advierten de que incluso una misma persona o entidad puede presentar ambos. El primero, «motivado más en elemento jurídicos que técnicos», solicita la ampliación del área de protección de 50 a, «como mínimo», 300 metros de la cueva. Hace notar, asimismo, que el decreto está basado en un plano de hace «al menos unos veinte años», que, como consecuencia de la actividad de la cantera, ha quedado obsoleto. Indica, como ejemplo, que el Área 2 de protección «es imposible de respetar por ser en parte inexistente». Como colofón, este modelo de recurso argumenta que el decreto de Lakua autoriza a la cantera actuar en una zona expresamente protegida por la Ley de Costas, algo para lo cual carece de legitimidad jurídica. El segundo modelo de recurso, «más técnico que jurídico», denuncia, entre otras cuestiones, que el decreto sólo ha tenido en cuenta la parte conocida de la cueva, que en el Área 2 se permita la tala de árboles o que la vibración máxima autorizada por voladuras no sea de 3 milímetros por segundo, sino de 4.

M.A.

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