«Los costes macroeconómicos de la mitigación de emisión de gases, con el fin de conseguir situarse de manera estable dentro de 25 años entre 445 y 710 partes por millón de CO2, se sitúan, en el peor de los casos, en una reducción del 3% del PIB mundial», afirmó el secretario general técnico de la Federación de Cajas de Ahorros Vasco-Navarras, Pedro Martínez de Alegría, en la conferencia de apertura del seminario «Desarrollo Sostenible y Cambio Climático: Economía y Sociedad».

En la charla, enmarcada en los cursos de verano de la UPV-EHU en Donostia, Martínez de Alegría indicó que en la actualidad el nivel de gases invernadero en la atmósfera viene a situarse en unas 430 partes por millón (ppm) de CO2. Según explicó, hace algo más doscientos años (en la época preindustrial) se situaban en unas 280 ppm solamente. «Se estima que si el ritmo anual de las emisiones no aumentara por encima del actual, el nivel de gases invernadero en la atmósfera se situaría en al menos 550 ppm hacia el año 2050, e incluso antes de esa fecha», alertó.

A ese nivel, según dijo Martínez de Alegría, «existe una probabilidad alta de que la temperatura media global del planeta se incremente entre 2-3 centígrados».

«El balance económico es claro para los escépticos, pero debemos tener en cuenta que lo que está en juego es la supervivencia humana», dijo Martínez de Alegría, para quien además, la mitigación de este problema «no sólo puede ser contemplada como la aplicación de tecnolo- gías, sino que debe ir más allá y plantear cambios en los estilos de vida y patrones de comportamiento de la actividades que desarrollan las sociedades actuales». Por ello, consideró que debe renunciarse a planteamientos «cortoplacistas» e impulsar acciones a largo plazo que conlleven enfoques multidisciplinares e integradores a escala mundial, no siendo la única y exclusiva la coordenada de conducta el factor económico.

En la misma jornada participó el viceconsejero de Medio Ambiente de Lakua, Ibon Galarraga, quien calificó el cambio climático como «una amenaza global con claras repercusiones para Euskadi».

Galarraga enumeró las potenciales consecuencias de acuerdo a algunos estudios preliminares sobre el cambio climático en la CAV y afirmó que «estamos ante un escenario en el que la temperatura subirá en la costa entre 3-5 grados en verano y entre 1-2 en invierno; en el interior la temperatura podría subir entre 5-7 grados en verano y 3-4 en invierno». Asimismo, el representante de Lakua afirmó que estos mismos estudios indican que se espera que el nivel del mar aumente 0,4 metros de media y que las precipitaciones pasarán del 15% al 20%.

Como ejemplo del coste económico de todos estos cambios, Galarraga se refirió a un caso concreto y muy cercano: «El riesgo de inundación adicional como resultante del cambio climático para Bilbao se sitúa entre 130 y 160 millones de euros», aseguró.