El Gobierno libanés pro-occidental pretende aprovechar la dolorosa victoria del Ejército sobre los islamistas sitiados en el campo de Nahr al-Bared para retomar el control de la docena de campamentos de refugiados palestinos en el país.

Así lo evocó el ministro de Defensa, Elias Murr, quien aseguró que «no habrá más autoridad que la del Estado para proteger a los civiles de Nahr al-Bared» y anunció que Fatah al Islam tenía como proyecto «crear un emirato islámico en el norte de Líbano». El primer ministro, Fuad Siniora, ya evocó el pasado domingo que Nahr al-Bared «pasará a control del Estado».

222 milicianos muertos

El Gobierno asegura que 222 milicianos de Fatah al Islam habrían muerto en el sitio al campamento.

No ofreció dato alguno sobre los civiles víctimas de estos enfrentamientos.