REBAJA DEL IMPUESTO DE SOCIEDADES del 32,6% AL 30%
La Hacienda foral de Gipuzkoa recaudará 89 millones menos
El Consejo de Gobierno de la Diputación de Gipuzkoa acordó ayer la rebaja del Impuesto de Sociedades del 32,6% al 30% y al 24% para las pyme. La decisión de PNV y EA rompe con la política de armonización fiscal en la CAV, ya que en Araba y en Bizkaia se decidió una reducción hasta el 28%. Esta rebaja en el Impuesto de Sociedades sólo beneficia a los empresarios que, en conjunto, pagarán 300 millones menos, 89 millones de ellos corresponden sólo a Gipuzkoa.
Juanjo BASTERRA | BILBO
La Diputación de Gipuzkoa aprobó ayer el proyecto de Norma Foral sobre el Impuesto de Sociedades que rebaja el tipo general del 32,6% al 30%. Tiene carácter retroactivo, por lo que una vez que pase por las Juntas Generales, se aplicará desde el 1 de enero de 2007. El diputado general, Markel Olano (PNV) y el diputado de Hacienda, Pello González (EA), reconocieron que la medida supondrá una nueva pérdida de ingresos para las arcas públicas de, al menos, 89 millones que salen de los beneficios anuales de las empresas guipuzcoanas. Esa cantidad podría ampliarse dado que se plantean deducciones de hasta el 70% por inversiones en I+D+i, lo que, a juicio de la Diputación de Gipuzkoa, situará el tipo de gravamen en cuotas similares a Bizkaia y Araba.
La decisión del gobierno de PNV y EA rompe con el sistema de armonización fiscal existente en la CAV, ya que Araba y Bizkaia decidieron beneficiar a los empresarios con una rebaja impositiva de hasta el 28%. Olano y González explicaron que van a plantear en el Organo de Coordinación Tributaria, compuesto por las tres haciendas forales y el Gobierno de Lakua, una renovación integral del Impuesto de Sociedades. Pello González (EA), diputado de Hacienda, reconoció que el tipo aprobado «no es el que planteaba EA ni el que defendía el PNV». Para él, una diferencia porcentual de «dos puntos» con el resto «no es suficiente para decir» que «resta competitividad a las empresas». Según afirmó, «el resultado contable de las compañías de Gipuzkoa será el mismo o mejor que las de Bizkaia o Araba». La decisión de la Diputación de Gipuzkoa ha generado polémica, porque no cuenta con la aceptación de los empresarios, que quieren pagar menos para obtener más beneficios, ni de los agentes sociales y grupos políticos que consideran que esa medida supone una inyección extra para que los empresarios engorden sus bolsillos, justo en una década en la que las empresas están logrando beneficios récord.
Así, la Cámara de Comercio e Industria de Gipuzkoa critica la decisión porque «todo lo que no sea armonización con el resto de territorios genera problemas a la hora de consolidar los balances y determinar las mejoras por I+D». Esta cuestión está superada, porque en la actualidad ya hay empresas que tributan sólo en un territorio y en más de uno. Por otro lado, la patronal Adegi rechazó la decisión, porque «afectará a la competitividad de las empresas».
Los empresarios aducen que en el resto de la UE el tratamiento fiscal es más favorable. Adegi pide que el Impuesto de Sociedades se establezca, igual que en Araba y Bizkaia, en el 28%. La realidad de este impuesto indica, como recoge el último «Informe anual integrado de la Hacienda vasca», correspondiente a 2005, que el 55% de las empresas de Gipuzkoa no paga por ese impuesto al tener declaraciones negativas, por diferentes motivos. Además, se descubre la trampa sobre la que una y otra vez inciden los empresarios, ya que las empresas de Gipuzkoa tributaron a un tipo medio efectivo del 15,5%, es decir menos de la mitad de lo estipulado.
PNV y EA necesitarán el apoyo de otro grupo en la cámara normativa de Gipuzkoa para sacar adelante el nuevo Impuesto de Sociedades que, según Olano, constituye una «valiosa herramienta» para impulsar políticas dirigidas a la modernización y desarrollo empresarial.
Batasuna criticó que decisiones de este tipo sirvan para mejorar los beneficios de las empresas y, por el contrario, «reduzcan la entrada de dinero a las arcas públicas, necesitadas para acometer políticas sociales más necesarias». En principio, el proyecto no contará al parecer con el apoyo del PP, que defiende un tipo armonizado del 28%, ni de EB, Aralar y PSE, contrarios a establecerlo por debajo del 32%, EAE-ANV responsabilizó a PNV y a EA del desarrollo de este modelo social y económico neoliberal que «sólo beneficia los ricos».
Las diputaciones forales remitirán a la Comisión Europea el listado de las 300 empresas que obtuvieron desde 1995 a 1999 ayudas por las llamadas «vacaciones fiscales» y que la UE considera ilegales. El cálculo existente indica que las haciendas forales perdonaron por encima de 1.800 millones a esas compañías.
J. BASTERRA
El último «Informe Anual Integrado de la Hacienda Vasca», de 2005, desvela datos curiosos sobre la trascendencia del Impuesto de Sociedades. Entre 1999 y 2004, las empresas dejaron de pagar al Impuesto de Sociedades un total de 2.280 millones de euros por deducciones y bonificaciones fiscales, lo que unido a las deducciones por doble imposición supone que las empresas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa dejaron de ingresar a las arcas públicas 5.296,37 millones de euros. En esos seis ejercicios contables la cantidad no ingresada por las haciendas forales de la Comunidad Autonómica Vasca ha crecido en un 180,46%, al pasar de los 624,27 millones en 1999 a los 1.126,61 millones por esos conceptos en 2004.
Otro elemento a tener en cuenta de esta situación es que en esos seis últimos años la cuota efectiva que pagaron los empresarios en el Impuesto de Sociedades en el conjunto de la CAV no ha rebasado nunca el 17,5%, es decir quince puntos porcentuales menos que el tipo establecido, aunque «el tipo medio nominal, que relaciona la cuota íntegra con la base liquidable, se redujo al 30,5%. Dos puntos por debajo del tipo general», admite el informe.
Esta situación demuestra la cesión de fondos económicos que se está haciendo desde la Administración pública hacia los empresarios, con lo que los ingresos para los presupuestos públicos se contraen y, por lo tanto, la protección social necesaria para evitar las injusticias sociales cuenta con menos ingresos. De ahí, que la CAV se encuentra siete puntos alejada en inversión de protección social respecto del PIB en relación a la media de la Unión Europea.
Los sindicatos rechazaron al unísono las reformas del Impuesto de Sociedades cuando se inició el proceso. Mikel Noval, de ELA, reconoció, tras la aprobación de la rebaja en Bizkaia y Araba, que «la competitividad no se logra con pagar menos impuestos porque las empresas que no son competitivas no pagan impuestos. Un aumento o disminución del mismo no afecta a la competitividad». Rafa Izquierdo, de LAB, señaló, en ese momento, que «las diputaciones se pliegan a las exigencias de la patronal» y acusó a los empresarios de «actuar de manera tramposa», porque «el tipo efectivo que pagan es bastante más reducido que el tipo nominal». También adelantó que si se compara la recaudación por el Impuesto de Sociedades en relación al PIB en el conjunto de Europa «se demuestra que la media de los Quince se sitúa en un 3,2% del PIB, frente al 2,5% en Nafarroa y el 2,1% en la CAV». Por lo que sentenció que «las empresas vascas disfrutan de una menor presión fiscal y de un tratamiento más ventajoso que el de los países de nuestro entorno más cercano». También desde CCOO de Euskadi, Eduardo García rechazó esa reforma del impuesto «porque el tipo efectivo que pagan es muy inferior a lo que está fijado, lo que hace que el impuesto sea perfectamente competitivo en el marco de la UE». Mientras que Pilar Collantes, de UGT, reconoció que «se debería de repartir el dinero de los impuestos que proceden de los beneficios empresariales entre el sueldo de los asalariados».
J. BASTERRA