El canterano ha estado convaleciente durante dos semanas por una lesión muscular
Una vez recuperado, Monreal espera consolidarse esta próxima campaña
El de Eskirotz volverá a pujar con Quique Corrales para hacerse con el puesto en el lateral izquierdo rojillo, una competencia que será más fuerte si cabe en la presente temporada, dado que el navarro no contará con los minutos en competición europea del año pasado
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Comenzó muy fuerte la pasada temporada, con la plena confianza de Ziganda y siendo titular en la previa de Champions, pero sus irregulares actuaciones en choques tan importantes, fruto de su bisoñez, acabaron relegándole al banquillo. Además, varios episodios de lesiones consecutivos no le ayudaron para nada en la lucha por el puesto.
Una vez superada la experiencia de su primer año al más alto nivel futbolístico, Nacho Monreal se ve ahora mucho más capacitado para darle guerra a Quique Corrales en la pugna por el lateral izquierdo. «El año pasado me pillaron algunas cosas -no quiso especificar cuáles- de novato, esta temporada ya sé a lo que me enfrento y mi principal objetivo es consolidarme», explicó el de Eskirotz.
El joven defensa rojillo volvió a trabajar ayer con el grupo tras recibir el alta médica de una elongación en el adductor mediano de su pierna derecha, lo que le ha impedido entrenar con normalidad por un periodo de dos semanas. Dieciséis días, mejor dicho, como puntualizó el jugador, para quien se han convertido en «una eternidad, sobre todo porque había cogido el ritmo y ahora me he visto obligado a parar y volver a empezar».
No en vano, Monreal espera tener mejor suerte con las lesiones «y una mayor continuidad» a lo largo de la presente temporada, ya que, a su juicio, en la anterior «no pude demostrar mi nivel». Todo le va a hacer falta, pues la competencia este año con Corrales va a ser todavía mayor pues, como reconoció, «hay menos partidos y competiciones y, por tanto, menos minutos para repartirnos».
«Los nuevos se han acoplado»
Mayor rivalidad deportiva en el vestuario suele ser sinónimo de mejor rendimiento, aspecto éste que el defensa navarro no cree se vaya a resentir por la marcha de hombres importantes. «La verdad es que al principio pensaba que iba a ser más difícil tras irse casi la mitad de la plantilla, pero los nuevos se han acoplado muy bien y creo que van a sumar tanto o más que los que se han ido», indicó el futbolista de Eskirotz.
La línea en la que él se desenvuelve -la defensa- va a ser una a las que más va a exigir Ziganda, tras encajar el año pasado casi medio centenar de goles en contra en la competición liguera. «Fueron demasiados para un equipo como Osasuna, al que además le cuesta mucho marcarlos. Si conseguimos rebajar esa cifra, creo que podemos hacer una temporada bonita en la Liga, que es nuestro principal objetivo, sin olvidarnos de la Copa, donde debemos ilusionar a la gente, como hicimos el año pasado con la UEFA», indicó.
El lateral zurdo no fue el único que se reintegró a los entrenamientos con el resto de sus compañeros. Walter Pandiani también lo hizo tras recuperarse de unas molestias en su rodilla izquierda. El atacante uruguayo se mostró plenamente recuperado en la sesión, incluso anotando alguna que otra diana.
Quien sigue entre algodones es Josetxo, que se volvió a ejercitar en solitario en el gimnasio de Tajonar, ya que todavía no está recuperado del golpe que sufrió en su cresta ilíaca izquierda durante la única jornada liguera disputada por los rojillos.
La principal novedad de la sesión fue la presencia del promesas Ibai Ardanaz, que completó un trabajo que se prolongó por espacio de casi dos horas. Tras realizar pesas en el gimnasio, los jugadores protagonizaron ejercicios de técnica individual y partidos aplicados.
Después de sufrir algunas molestias en su rodilla izquierda, el uruguayo Walter Pandiani fue dado de alta y se reincorporó al trabajo con el resto de la plantilla e incluso anotó más de un gol en el entrenamiento.
Pese a su contrastada calidad, a Héctor Font le está costando mucho entrar en el esquema de Ziganda. Sin embargo, el villarrealense ha ganado mucho en combatividad -quizás el defecto que más se le achacaba la pasada campaña- y ya fue titular en el derbi frente al Athletic.
El centrocampista reconoció que de la experiencia del año anterior «también he aprendido a coger lo positivo» y se planteó «seguir jugando a tope y dando lo máximo cuando me toque saltar al césped».
De momento, para un jugador como él, que está peleando por un puesto en el once, el hecho de que no haya competición oficial no supone relajo alguno. «Debo entrenarme a tope y con intensidad porque el sábado debemos hacer un partido serio ante el Toulouse, que es un rival bonito y de la máxima categoría», apuntó.
Respecto al parón por el compromiso de las selecciones, unido a la suspensión del Osasuna-Sevilla, Font se toma con filosofía esta extraña situación. «Es lo que hay, pero estamos obligados a seguir trabajando como si hubiera a la vuelta de la esquina un encuentro en el que estuvieran los tres puntos en juego», señaló.
Además, no es ajeno a que la competencia en su posición se ha visto acrecentada con la llegada de otros jugadores, caso de Margairaz, Hugo Viana, e incluso Plasil. «Pero eso quiere decir que Osasuna ha fichado bien este verano y que el equipo se asegura que quien salga al campo lo va a hacer bien», contraatacó el villarrealense.
N.M.