Sólo un Óscar Freire espléndido fue capaz de doblegar el genio de Koldo Fernández de Larrea en la meta de Logroño. El genial cántabro impidió el triunfo del corredor del Euskaltel-Euskadi. Al gasteiztarra le faltaron 20 metros para dar la campanada. Vladimir Efimkin (Caisse d'Epargne) sigue de líder tras la disputa de la sexta etapa.

El tren del Milram tomó la responsabilidad en el último kilómetro, pero Petacchi no es el que era. Davis atacó de lejos y su intento murió a falta de 150 metros. Freire surgió por el medio y la victoria parecía suya -y así fue-; sin embargo, poco faltó para que Koldo le superara en el último golpe de riñón. No hubo sorpresa y Freire alzó los brazos por tercera vez y el alavés se tuvo que conformar con una sobresaliente segunda plaza.

El Euskaltel-Euskadi ha encontrado en Koldo un esprinter del que ha carecido hasta ahora. En su cuarta temporada en el pelotón, ha dado el salto de calidad que se le presumía cuando todavía no ha cumplido 26 años. Ya rozó el triunfo en Andalucía y sí remató en la Tirreno-Adriático. Su primera victoria. Se liberó. Ciclista impetuoso, hasta entonces pedaleaba contrariado. No había podido responder a la confianza y los ánimos de los que le rodean. Entonces, sintió que respondía a todas aquellas expectativas y, por fin, respiró aliviado.

Ambicioso como es, pronto empezó a pensar en la segunda victoria. En el Giro, sin embargo, llegó pasado de forma y no pudo estar con los mejores. González de Galdeano le conoce bien y le dio tranquilidad. Madariaga blindó al gasteiztarra hasta 2009 y después preparó a conciencia la Vuelta. Antes de partir hacia Vigo ya confesó a GARA que llegaba en mejor forma que en el Giro. Su objetivo, adelantaba, era lograr un puesto entre los tres primeros. En la Tirreno se bautizó y ayer fue su confirmación, sin duda. En un esprint limpio sus extraodinarias cualidades quedaron de relieve. Y es que le falta experiencia y nombre, pero a golpe de riñón se está haciendo notar. Y raza le sobra. No se amilana ante nadie, tal y como demostró cuando en la segunda etapa se enganchó con Bennati. No tiene, además, un Milram a su servicio, y son Isasi y Alan Pérez los encargados de ayudarle.

Freire tampoco cuenta con un equipo a su servicio y se ha especializado en robar la cartera a otros. Tiene unos últimos 100 metros fabulososos y su forma es envidiable. En el Tour se fue de vacío, en cambio, en la Vuelta se muestra intratable. De cinco etapas que ha disputado, ha ganado tres y ha sido segundo en las otras dos. En forma es casi imbatible... aunque eso ocurre poco. Sus problemas físicos le han lastrado, y a pesar de todo suma 60 triunfos, incluidos los Mundiales de 1999, 2001 y 2004. En Sttutgart se puede convertir en el primero de la historia en ganar cuatro.

La etapa se resolvió en un esprint esperado, después de que López (Andalucía), Backstedt (Liquigas), Krivtsov (Ag2r) y Auge (Cofidis) escaparan al inicio y fueran cazados a falta de seis kilómetros. El viento provocó abanicos, pero todo quedó en nada y Efimkin (Caisse) mantuvo el oro sin problemas.