La casa es de todos
«Pactar con el gato»
Joan Marimón define su primer largo como un drama alegre, que reúne a personajes enamorados en las azoteas del barrio barcelonés de Gràcia dentro de un ambiente de libertad definido por el movimiento okupa.
M. INSAUSTI | DONOSTIA
Joan Marimón procede de la televisión catalana, para la que ha escrito en series locales como «Poble Nou» o «Secrets de familia». También ha realizado una telemovie, que supone una nueva recuperación de la actriz Amparo Muñoz y que, con el título de «El caso de la novia dividida», ilustra un crimen sacado de la crónica de sucesos. En su puesta de largo cinematográfica ha querido partir de un aforismo de Anaïs Nin, quien escribió: «En una pareja domina el que ama menos». Este es el pensamiento central alrededor del cual gira la narración, un poco a la manera de la serie «Comedia y proverbios», de Eric Rohmer.
La protagonista es ayudada para todo por su mejor amigo, pero no corresponde al amor que el chico siente por ella, porque está más interesada en su tío, quien a su vez ama a otra mujer. Para estar cerca de él, y como es veterinario, utiliza a su gata, la cual se escapa por los tejados e implica a todos los personajes en su búsqueda. La aventura sirve de pretexto para mostrar la vida del barrio de Gràcia, en Barcelona, a través de sus azoteas. En ese recorrido urbano aparece el fenómeno okupa y los movimientos sociales alternativos, para lo que se filmaron las manifestaciones contra la guerra de Irak del 2003, así como en el K.O.P. (Kasal Okupa Prat) con sus graffitis.
T.O.: «Pactar amb el gat».
Dirección y guión: Joan Marimón.
Producción: Fermín Marimón.
Intérpretes: Rose Avalon, Pau Roca, Alberto Jiménez, Belén Fabra,
Eduard Soto, Vicky Peña.
País: Estado español, 2007.
Duración: 113 minutos.
Género: Drama romántico.
Lugares de estreno: Capitales y ciudades de Catalunya, Madrid,
Valencia y Bilbo (Renoir Deusto).
«Pactar con el gato» no es únicamente una historia de amor y desamor, sino también un subjetivo retrato del barcelonés barrio de Gràcia, el lugar más bohemio y alternativo de la Ciudad Condal. Está repleto de guiños y de referencias que hay que saber buscar, como, por ejemplo, la etapa histórica en la que se sitúa la narración -2003, concretamente en febrero, en la época de las manifestaciones multitudinarias contra la guerra de Irak y las caceroladas de protesta- o el homenaje al movimiento okupa.
El rodaje de muchas de las escenas tuvo lugar en en pueblo del Prat, en el K.O.P. (Kasal Okupa Prat), una auténtica «capilla Sixtina del graffiti», según el director del filme. Durante el rodaje tenían que pedir a los operarios de las excavadoras que trabajaban en las obras del tren de alta velocidad -la casa okupa estaba amanezada de demolición por ese motivo- que parasen. El estreno oficio tuvo lugar en mayo en el K.O.P. Y un último dato: se oye cantar en euskara.