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Raimundo Fitero

El do de pecho

Los amantes de la ópera tienen en el do de pecho el fielato por el que se miden a los grandes cantantes de los mitos. Luciano Pavarotti era un portento de fuerza y dio el do de pecho, aunque esto sea algo que se guarda en la memoria ya que desde que Luciano se dedicó a formar el famoso trío de tenores, creció su fama y su cuenta corriente de manera exponencial, pero sus hitos artísticos quedaron congelados en los momentos previos, en aquellos en los que suplía su falta de técnica con unas dotes innatas y un poderío inconmensurables. Ha muerto un tercio de aquellos tenores que convirtieron el canto operístico en un producto digerible, aunque algunos quisieron ver en ello una popularización de un género restringido a los grandes templos. Pavarotti era el más divo a la vieja usanza, ahora veremos vídeos y escucharemos discos y buscaremos aquellos en los que dio el do de pecho.

Entre las ocho y las nueve de la noche las generalistas compiten con concursos de muy similar contenido y mecánica de funcionamiento. Son concursos en donde es necesario usar resortes de la memoria, se deben tener conocimientos de cultura general, haberse leído los periódicos. Destaca la uniformidad y la coincidencia en ese modelo más o menos inteligente de poderse llevar unos euros a casa y de tener unos buenos minutos de gloria. En todos hay presentadores que escapan de los cánones de portada de revista y dan la apariencia de haberse trabajado bien el guión.

Entre ellos está Carlos Sobera, que es un género en sí mismo. Está tan crecido, tan adocenado, tan seguro de que es un fenómeno de masas que presenta igual, con el mismo tono, las mismas bromas, pero las mismas, oiga, las mismas, cualquier tipo de concurso o programa, siempre interponiéndose entre el concursante y el guión y la mecánica del concurso. Es tan repetitivo que parece un hombre cebolla, aunque vaya camino de ser un cebolletas. Otra cosa es que le funcione. Y que le dejen sus productores, directores y responsables. Pero «Jeopardi», de momento, está a la cola en cuanto a resultados de audiencia. Que tome nota, porque si lo retiran se acabaron las monerías y los anuncios, que es lo que importa.

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