Un atentado kamikaze dirigido contra la comitiva del presidente argelino Abdelaziz Buteflika -de visita oficial en Batna, situada unos 450 kilómetros al este de la capital Argel-, mató al menos a 16 personas e hirió a otras 114. Las autoridades locales alertaron del grave estado de salud de algunos heridos por lo que, en las próximas horas, podría aumentar el número de víctimas mortales. Testigos indicaron que el kamikaze se mezcló con la multitud que estaba detrás de una barrera esperando el paso del presidente, que ayer culminó en esta ciudad su gira por las provincias del país.

La Policía local informó de que un hombre, de entre 30 y 35 años, llevó los explosivos en una mochila hasta situarse en medio de la multitud, que aguardaba a Buteflika frente a la mezquita de Al Atik. Algunas personas alertaron a los policías después de observar que se comportaba de manera extraña, indicaron las autoridades. Según el relato oficial, cuando los agentes se le acercaron arrojó su bolsa e intentó huir. Fue en ese momento cuando se produjo la explosión. Se desconoce si el kamikaze murió o sufrió heridas.

Buteflika, que llegó a la ciudad poco después de que se produjera la deflagración, pronunció unas breves palabras en el aeropuerto donde aseguró que «la única solución es la concordia nacional» y que «el país tiene un compromiso con el proceso de paz, que no abandonaré bajo ningún precio».

Afirmó que el objetivo de este nuevo atentado era «sabotear el proceso de paz y reconciliación nacional». No obstante, dejó claro que «la reconciliación nacional es una opción estratégica del pueblo argelino y un hecho irreversible; yo no voy a renunciar a ella un sólo instante».

Insistió en que «esta reconciliación, que no excluye a nadie, es parte de un esfuerzo para la reconstrucción de Argelia, porque sin una estabilidad política no habrá un desarrollo económico ni social».

Las imágenes de televisión mostraron a un impresionado Buteflika que en su intervención incidió en que este tipo de acciones «no tienen nada que ver con los nobles valores del Islam». Tras la rueda de prensa, acudió a visitar a los heridos en el hospital. Los servicios de seguridad informaron de que varios de los heridos estaban muy graves, por lo que no se descartaba que el número de víctimas aumentarse.

Las circunstancias de este atentado apuntan a la banda salafista, que ya cometió actos similares en Argel y Lakhadaria. El pasado 11 de abril, hubo tres atentados en Argel, uno de ellos contra la sede del Gobierno y los otros dos contra sendas dependencias policiales. El balance de muertos ascendió a 30, incluidos sus autores.

El 11 de julio, otro kamikaze hizo detonar el camión que conducía dentro de un cuartel militar de Lakhadaria, causando ocho muertos y más de una docena de heridos.

Estos atentados fueron asumidos por AQMI, que difundió por internet unos vídeos en los que mostraba su preparación así como testimonios de sus integrantes. Además, amenazó con trasladar sus acciones fuera de las fronteras argelinas, en concreto, a varios países occidentales, entre ellos, los estados español y francés, e Italia.