Al menos 14 personas murieron en un nuevo ataque aéreo de Estados Unidos en el este de Bagdad. Fuentes hospitalarias de Yarmouk informaron del traslado de siete heridos, mientras que el hospital de Kadimiya dijo que otros tres ingresaron en este centro médico.

El mando militar estadounidense en Bagdad no se pronunció sobre lo sucedido, aunque reconoció estar al tanto de la operación. Un agente de la Policía, que pidió el anonimato, confirmó que helicópteros estadounidenses atacaron la zona matando a 14 civiles.

Varios testigos denunciaron que en el ataque, que se prolongó durante cerca de una hora, se emplearon proyectiles de mortero y aviones, y elevaron la cifra de muertos a 27.

«Helicópteros de Estados Unidos han bombardeado nuestras casas mientras dormíamos», relató una mujer, cuyo marido e hijo murieron en el bombardeo, que además destruyó su casa.

El ataque se registró en la zona de Washas, próxima al distrito de Mansur, en Bagdad. Varias viviendas se vieron parcialmente afectadas. «Tres personas murieron en esa casa», explicó un testigo a la agencia AP.

«Los partidos iraquíes están peleándose por el poder mientras la población está muriendo», lamentó. Otra mujer censuró la actuación del Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, por su incapacidad para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Por otra parte, 25 supuestos milicianos murieron y 16 fueron detenidos en varias operaciones militares en Mosul. El Ministerio de Defensa de Irak dijo que hallaron dos vehículos-bomba y un escondrijo en el que se almacenaban 25 barriles con armas y material explosivo.

Atentado contra una patrulla

Cerca del barrio bagdadí de Ciudad Sadr, una bomba de carretera hirió a cuatro civiles. El objetivo era una patrulla de EEUU que transitaba por la zona. Se desconocía si hubo víctimas o heridos entre los militares.