ELA critica la «carrera» por bajar los impuestos a los empresarios
ELA denunció ayer que el proyecto Norma de la Diputación de Gipuzkoa para bajar el Impuesto sobre Sociedades es muestra de la «loca carrera en la que están embarcadas las instituciones vascas para bajar los impuestos a las empresas». Por su parte, CCOO criticó la «desarmonización fiscal» y el «menor gasto social» que supondrá la rebaja.
GARA |
En una rueda de prensa celebrada en Donostia, responsables del sindicato se mostraron partidarios de que la normativa del Impuesto sobre Sociedades sea la misma en los distintos territorios vascos, aunque consideraron más importante que el modelo fiscal sea «justo y solidario», porque «de esta forma se avanza en un modelo de sociedad en el que quienes más tienen pagan cada vez menos impuestos, mientras que el nivel de coberturas sociales está a la cola de la UE», indicó.
En este sentido, recordaron que ELA también se posicionó en contra de la rebaja del Impuesto sobre Sociedades propuesta a principios de año por el Gobierno de Lakua y las diputaciones de Araba y Bizkaia.
Añadieron que cuando la patronal Adegi reclama la armonización con Araba y Bizkaia se centra sólo en los aspectos en los que la normativa de estos dos territorios implica una menor tributación que con la propuesta actual. «Sin embargo, nada dice sobre los aspectos en los que ocurre lo contrario, e incluso realiza reclamaciones para bajar más el impuesto que en el resto de territorios», agregaron.
Las empresas no pagan
En este sentido, la central nacionalista resaltó que tras más de una década de fuerte crecimiento económico, con elevados aumentos de los beneficios empresariales, la mayor parte de las empresas «no paga nada en el Impuesto sobre Sociedades. La mayoría de las empresas de Gipuzkoa no paga ni un euro, ya que dicen estar en pérdidas. Esta situación no es creíble y es una muestra más del enorme fraude fiscal existente en las rentas que no son del trabajo», afirmó.
Por tanto, manifestó que las haciendas vascas, «en lugar de seguir bajando los impuestos a las empresas, deberían actuar para atajar la lacra que supone el fraude fiscal».
Tras señalar que la presión fiscal del Impuesto sobre Sociedades en Gipuzkoa es del 2% del PIB, «la más baja de toda la Unión Europea de 15 estados, con la excepción de Alemania», rechazó el argumento de que bajar los impuestos hace más competitivas a las empresas. «Las empresas que no son competitivas no tienen beneficios, y, por tanto, no pagan Impuesto sobre Sociedades, así que un aumento o una disminución de este impuesto, no afecta en absoluto a la situación de competitividad de las empresas», aseveró.
Por otra parte, acusó a la Diputación de Gipuzkoa de tratar de modificar el Impuesto sobre Sociedades «sin ningún proceso de consulta o participación de las organizaciones sociales o sindicales». «Es un proceso de élite, que se desarrolla sin posibilidad de que la sociedad tome parte en una cuestión de vital importancia. Es el modelo fiscal el que está en juego, con las consecuencias directas que ello tiene en el modelo de protección social», concluyó.
Críticas de CCOO
Por su parte, CCOO de Euskadi criticó también la «desarmonización fiscal» puesto que «propicia la inseguridad jurídica», que llevará a tener «permanentemente recursos al respecto en los tribunales». Además, se mostró contrario a la rebaja del Impuesto de Sociedades de Gipuzkoa, puesto que las «reducciones fiscales a los que acumulan beneficios afectaán al mantenimiento del Estado del Bienestar y el gasto social».
CCOO alertó de que la reducción del impuesto en en Gipuzkoa a un 30%, porque esta reducción, junto a las ya aprobadas en Bizkaia y Araba «supondrá una menor recaudación y por tanto una menor disposición de recursos económicos para emplear en gasto social, educación, sanidad, etc».
«Resulta llamativo que en un territorio donde más de la mitad de empresas declara tener pérdidas y las que pagan el impuesto tienen un tipo efectivo del 14,6%, se decida rebajar más aún el tipo aplicable», añadió. Además, denunció que es «particularmente injusto» que las rentas de trabajo y los impuestos indirectos, «que se pagan con independencia de la renta que se posee, sostengan nuestra recaudación».
Finalmente, criticó que el empresariado vasco pretenda basar su competitividad sobre las reducciones fiscales y la parálisis de los convenios colectivos. «Euskadi se sitúa como un auténtico paraíso neoliberal, donde se perdonan impuestos, no se renuevan convenios y se deterioran los servicios públicos», concluyó.
Entretanto, la presidenta de EA, Begoña Errazti, dijo que el tipo del 30% fijado no es una imposición de su partido, ya que «el PNV también lo quería» y auguró que «vienen tiempos de crisis económica para Euskadi».
ELA denunció que «de esta forma se avanza en un modelo de sociedad en el que quienes más tienen pagan cada vez menos impuestos, mientras que el nivel de coberturas sociales está a la cola de la Unión Europea».