Josetxo Romero se vio obligado a retirarse del campo a los cinco minutos de la segunda parte del derbi contra el Athletic tras sufrir un rodillazo en el costado, concretamente en su cresta ilíaca izquierda. Desde entonces, el central ha permanecido en el dique seco, obligado a guardar reposo, sin entrenarse con el resto de sus compañeros y, como mucho, pudiendo ejercitarse de manera individual en el gimnasio de Tajonar.

Se van a cumplir, pues, casi dos semanas de una situación que para el defensa iruindarra es muy difícil de sobrellevar. «Aunque me habían avisado, no tengo paciencia para estas cosas -reconoció-, pero parece que no voy empeorando y, aunque tenga molestias, espero que me dejen volver a los entrenamientos este lunes».

Pese a las intenciones del jugador, la decisión final corresponderá al cuerpo médico del club, ya que Josetxo probó a correr la semana pasada «y luego estuve mucho peor». De cualquier forma, se puede ser optimista respecto a su caso, debido a que el futbolista se ejercitó ayer con el readaptador físico, Josu Sesma, y ello no supuso ninguna recaída.

«Tengo el golpe que no se me pasa, me sigue dando guerra y molestando. Llevo unos días en los que he mejorado, pero va más despacio de lo que quisiera. Cuando vienen las cosas así, hay que tener paciencia, que es lo que muchas veces falta», relató el rojillo.

No sólo por la enorme competencia y la posibilidad de perder su puesto en el equipo titular, sino «porque nos gusta entrenar y jugar partidos» es la razón por la que Josetxo quiere regresar cuanto antes a las sesiones con el resto de sus compañeros. «Si te dicen que es un hueso roto, ya sabes a qué atenerte, pero cuando se trata de un golpe no le das tanta importancia. Lo que ocurre es que cuando ves que no puedes, le das muchas vueltas a la cabeza», aseguró.

Tantas que ni siquiera estuvo pendiente de los resultados que se produjeron en la última jornada hasta el día siguiente. «Estaba como en otro mundo el fin de semana -confesó-, cada uno mira a lo suyo y estuve dándole muchas vueltas a lo mío. Hasta el lunes no sabía ni lo que habían hecho los equipos».

Dentro de lo que cabe, el central ha tenido suerte por la suspensión del encuentro ante el Sevilla y el parón liguero, lo que de momento no le ha impedido perderse ningún encuentro. «Si se hubiera jugado el lunes no hubiera podido estar, así que me lo puedo tomar con un poco de tranquilidad, lo cual es bueno, porque, de lo contrario, hubiera tratado de forzar la vuelta y no lo hubiera dejado descansar lo necesario. Ahora la idea es volver a recuperar el tono físico que he podido perder a lo largo de estos días», insistió.

«Mucho margen de mejora»

Por ostentar galones de capitán, a Josetxo le ha tocado trabajo extra en los preámbulos de esta temporada con la incorporación de muchos jugadores nuevos. «Al llegar con cuentagotas y algunos a última hora, ha sido más repetitivo el transmitir cómo funcionan las cosas en el club», comentó.

«A la gente que ha venido se les ve que son buenas personas, que no tienen rarezas ni llegan crecidos..., son gente normal y eso es lo más importante para un club como el nuestro. Se están amoldando perfectamente porque aquí a todo el mundo se le recibe bien», explicó el central iruindarra quien, sin embargo, declinó opinar sobre si la plantilla es mejor o peor que el año pasado.

Con sinceridad y diplomacia, Josetxo no se inclinó ni por una ni por otra versión, «porque puedes infravalorar a los que estaban el año pasado o hacer lo mismo con los que han llegado. Son jugadores con diferentes características y el que estemos peleando por los puestos de arriba o abajo lo comenzaremos a ver a partir de Navidades».

El defensa, que sí advirtió que esta temporada la competición liguera «va a estar mucho más igualada porque los conjuntos que han ascendido tienen muchos recursos económicos», se refirió a su compañero Igotz Garde -nuevo en la línea defensiva-, de quien dijo que «se ha ganado en el campo» estar en la primera plantilla.