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Los jugadores de casa empiezan a tener hueco

Primer partido del siglo XXI con dos gasteiztarras

Pablo y Salcedo fueron los últimos en jugar un partido de inicio, el 15 de diciembre de 1999 en Irun

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Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

A pesar de que la entrada estuvo lejos de lo que se esperaba, apenas 3.700 espectadores, la comunión entre la grada y el equipo fue uno de los puntos más positivos del partido del miércoles en Copa. En esa simbiosis seguro que también tuvo algo que ver el hecho de que dos de los futbolistas que jugaron de inicio, Iñigo Calderón y Natxo Garro, sean gasteiztarras, algo que no ocurría desde el siglo pasado, concretamente desde el 15 de diciembre de 1999. Fue también en un partido de Copa, disputado en el Stadium Gal de Irun, en el que Pablo Gómez y Asier Salcedo formaron de inicio en el encuentro de ida en el que el equipo guipuzcoano, que terminó pasando la eliminatoria, se impuso 1-0.

Obligado a remontar, Mané prescindió de Salcedo en el partido de vuelta jugado en Mendizorrotza el 12 de enero de 2000, por lo que la última referencia con dos gasteiztarras con la elástica albiazul en el estadio del Paseo de Cervantes se reduce a los 9 minutos que estos dos jugadores coincidieron sobre el terreno de juego en el empate a dos del partido de Liga que Alavés y Numancia firmaron el 14 de mayo de 2000.

Mucho mejores recuerdos obtendrá aquel aficionado que quiera probar su memoria para dar con la última vez en la que, como el miércoles ante el Nastic, se pudo ver a dos gasteiztarras en el once inicial del equipo albiazul en Mendizorrotza.

El día del ascenso

Y es que, para esta última referencia hay que retrotraerse a esa foto del 3 de mayo del 98 que todos los buenos seguidores del Glorioso guardan como oro en paño, en la que se puede ver a Pablo y a Sivori en el once inicial de aquel Alavés que se impuso 3-0 al Rayo Vallecano y cumplió el sueño de volver al Alavés en Primera tras más de cuarenta años de ausencia.

En su etapa más moderna, la cantera nunca ha sido una base sólida para el Alavés y con la excepción de Josu Sarriegi, que además de un gran resultado deportivo dio dinero con su traspaso al Athletic, la presencia de los jugadores de casa ha sido poco más de una anécdota. De hecho, desde que Pablo Gómez dejara el equipo albiazul en junio de 2004, no ha habido un solo jugador del herrialde en la primera plantilla.

Precisamente esa falta de confianza del club en los productos que ha ido formando hizo que tanto Natxo Garro como Iñigo Calderón tuvieran que buscarse fuera las oportunidades que no tuvieron en Gasteiz hasta que la delicada situación en la que ha quedado la entidad tras los tres años de gestión de Dmitry Piterman hiciera que los nuevos administradores buscaran la implicación de gente cercana.

El caso más significativo ha sido, sin duda, el de Iñigo Calderón, uno de los más destacados en el día de su debut con la primera plantilla albiazul. Formado en las categorías inferiores del club, el defensa gasteiztarra emigró a Alicante en verano de 2004 ante la falta de oportunidades de hacerse con una ficha en la primera plantilla. Su buen hacer en el equipo levantino le sirvió para convertirse en su capitán, pero no se lo pensó dos veces en cuanto se le presentó la oportunidad de regresar al equipo de su vida, aunque para ello tuviera que pagar de su bolsillo la carta de libertad.

Natxo Garro también arriesgó lo suyo al esperar a la oferta albiazul y dejar Las Palmas. Formado en Lezama, probó fortuna en Amurrio, Burgos, Murcia y Las Palmas.

Calderón destaca el ambiente

Pocas horas después de haber debutado con victoria en Mendizorrotza con el equipo de toda su vida, el gasteiztarra Iñigo Calderón se mostraba muy feliz y destacó el gran ambiente que se vivió en el partido ante el Nastic. «Recuerdo con mucha alegría el partido por varios aspectos, no ya sólo por la victoria o el debut. Sobre todo me quedo con el ambiente que se vivió en la grada, no eran ni 4000 las personas que había en el campo, pero parecían diez mil o doce mil porque el ambiente fue muy bueno. Parece que la gente estaba con muchas ganas después de tres años muy malos o que estaban muy identificados con el equipo por su lucha. Lo cierto es que fue muy bonito», declaró el defensa en una entrevista en Radio Vitoria.

La única pena de uno de los más destacados el miércoles ante el Nastic es el no haber podido quedarse la camiseta con la que cumplió su sueño de jugar con el primer equipo albiazul. Y es que, hasta que se cierre el acuerdo con el nuevo suministrador de material deportivo, Umbro, las camisetas de Kelme escasean y hay problemas de suministro.

J.O.

Morgado

Alberto Morgado, que el domingo juega la final del Mundial sub-17 con la selección española ante Nigeria, será el tercer gasteiztarra de la plantilla una vez se reincorpore a los entrenamientos a las órdenes de Josu Uribe.

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