Con La Fenice, uno de los teatros líricos más importantes del mundo, adornado con banderas a media asta en señal de duelo por la muerte del genial tenor, la Mostra «atacó» ayer una de sus jornadas más calientes para el público local, con la proyección, en la sección oficial, de «L'ora di punta», el filme de Vincenzo Marra sobre las Brigadas Rojas. La polémica arrancaba de finales del mes pasado, cuando la actriz francesa Fanny Ardant efectuó unas declaciones en las que calificaba de «héroe» a Renato Curcio, el fundador de la organización revolucionaria armada italiana y que levantaron tal polvareda -con alguna descalificación personal por parte del alcalde veneciano- que la actriz pidió excusas públicamente.

La película que, para algunos, tiene vocación de film televisivo, denuncia la corrupción existente en la Administración italiana, desde la Policía hasta el Gobierno, como un cáncer que se extiende por toda la sociedad. Tercer título italiano en liza por el León de Oro, «L'ora di punta» realiza un retrato de Filippo (Michele Lastella), un joven policía de la Brigada Financiera de orígenes modestos, pero devorado por la ambición, que, aunque enamorado de Francesca (Giulia Bevilacqua), sedude a la elegante y decadente belleza Caterina (Fanny Ardant) para utilizar sus relaciones en la alta sociedad. De factura clásica, esta comedia dramática aborda un tema que levanta ampollas en Italia, lo que se tradujo en la reacción del público en la proyección de ayer, con silbidos y protestas. A esos silbidos respondió Vincenzo Marra en una rueda de prensa en la que aseguró: «Respeto las reacciones del público, sino no haría esta profesión. Yo espero que el film sea visto por personas inteligentes».

Mejor recibida fue «Nightwatching», en la que Peter Greenaway enseña, a través de la concepción de la «Ronda de Noche», la vida de Rembrant, encarnado por Martin Freeman. La película también revela los símbolos del cuadro, una acusación de asesinato contra los que aparecen en la pintura y una denuncia contra una sociedad corrupta que toleraba además el abuso de menores. Obsesionado por la investigación plástica, el esteta y cerebral cineasta británico -quien también es pintor- se interroga sobre las razones de la ruina de un hombre respetado y que se encuentra en el auge de su arte. Para ello crea una película un poco extraña, salpicada de personajes secundarios, con escenas de gran sensualidad gracias a una fotografía y unos decorados que recrean el mundo del gran maestro del barroco holandés.

Acción desde Hong Kong

La tercera película de la sección a concurso proyectada ayer fue «Mad detective», de los directores Johnnie To y Wai Ka Fai, nacidos ambos en Hong Kong. To, autor entre otras de «Election» (2003), «Exiled» (2006) y «Triangle» (2007), sigue en su línea de cine policíaco, con escenas de gran violencia, y es probable que con este trabajo se mantenga como un director adorado por los iniciados en su filmografía. La película narra la historia de un detective (Lau Ching Wan) expulsado del cuerpo por su esquizofrenia, enfermedad que, sin embargo, le permite resolver los casos, gracias a sus facultades para ver si las personas tienen o no demonios junto a ellas.

La Mostra entró así en su recta final, en una jornada en la que el protagonista indiscutible fue el fallecido Pavarotti, aunque no acababan ahí las desgracias, ya que a media mañana se conocía la noticia de que la actriz Charlotte Gainsbourg había sido operada de urgencia por una hemorragia cerebral en París. La hija del cantante Serge Gainsbourg y de la actriz Jane Birkin, de 36 años de edad, presentó a principios de semana en Venecia «I'm not there», de Todd Haynes, la extraña y aplaudida película sobre Bob Dylan. Gainsbourg, de 36 años, sufrió un accidente de esquí náutico hace unas semanas en Estados Unidos, donde pasaba sus vacaciones, y, aunque aparentemente el golpe no pareció revestir gravedad, desde entonces sufría constantes dolores de cabeza. En vista de que la situación no mejoraba, acudió a una clínica parisiense, donde fue operada de urgencia.

Visitas en los canales

Mientras, Venecia se prepara para lanzar los últimos cartuchos. Aunque había sido anunciado a bombo y platillo como estrella principal de la programación especial dedicada por la Mostra al spaguetti wenster, Quentin Tarantino excusó su presencia -atacado por una lumbalgia-, pero quienes sí llegaron ayer a la ciudad de los canales fueron los cineastas Nikita Mikhalkov, el norteamericano Jonathan Demme y el mexicano Alfonso Cuarón. Este último comparecía además como actor en «Ano Una», la película que su hijo Jon, de 24 años, presenta en la Selección de la Crítica.

De Jonathan Demme hoy se proyecta, en Horizontes y fuera de concurso, «Jimmy Carter man from plains», un documental basado en un libro del ex presidente de Estados Unidos sobre Palestina, «con una postura muy fuerte contra la política de EEUU en Oriente Medio», en palabras del propio director. Quienes sí pelearán por el León de Oro son el ruso Nikita Mikhalkov («Ojos negros», «El barbero de Siberia»), de quien se proyectará en la última jornada «12», y «Heya Fawda» (El caos), del veterano egipcio Youssef Chahine. Después, la Mostra quedará «vista para sentencia», al menos en la parte competitiva. Los resultados se darán a conocer el sábado por la tarde.