El responsable de Política Social de ELA, Mikel Noval, lamentó que el anteproyecto de Ley de Servicios Sociales que impulsa el consejero Javier Madrazo «no supone ningún avance en el reconocimiento de derechos», al no avanzarse en los derechos subjetivos ni en su universalización. La central abertzale, que acusó a Lakua de hacer «propaganda» igual que el Gobierno español con su Ley de Dependencia, subrayó que las prestaciones continuarán siendo de «carácter asistencial, y dejando fuera a la mayor parte de la población».

ELA señala que, a la vista del anteproyecto, no se puede decir que los servicios sociales sean el cuarto pilar del estado de bienestar, junto a la sanidad, la educación o el sistema de pensiones, ya que en éstos no existen, por ejemplo, reconocimientos de deuda para garantizar el pago de las prestaciones con avales por carecer de ingresos.

«La cartera de prestaciones y servicios aún no está definida, con lo que en realidad el anteproyecto no supone ningún avance en el reconocimiento de derechos, al no concretar nada», argumentó Julene Gabiola, del gabinete de estudios de ELA. Así, estiman que será necesario esperar a la aprobación de la ley, a su entrada en vigor, y al plazo de un año para conocer la cartera de prestaciones, al margen de que el propio Gabinete Ibarretxe establezca el plazo de 8 años, a partir de la entrada en vigor de la ley, para la universalización de los servicios.

Noval incidió en que con el anteproyecto se hacen guiños a la iniciativa privada para que «haga negocio» con el dinero público. «Se trata de justificar que se haga negocio con las necesidades de la gente y que las instituciones públicas financien a quienes se lucran en vez de garantizar los derechos de las personas que tienen problemas», explicó el sindicalista.

El representante de ELA exigió que «se avance en el reconocimiento de los derechos reales», recordando que hace un año una iniciativa legislativa popular al respecto fue rechazada en la Cámara de Gasteiz por los votos del tripartito, PSE y PP. Tras insistir en que «es una oportunidad perdida para garantizar derechos sociales», la central valoró que «se juega con los problemas de la gente, que se dejan sin resolver, primando una política presupuestaria basada en el bajo gasto, en el superavit presupuestario y en la publicidad engañosa».

Además, ELA remarca en su análisis del anteproyecto que «no se acompaña de ninguna memoria económica que permita aventurar cuántos recursos económicos se pretenden destinar a esta materia en los próximos años».

Mikel Noval criticó que Araba, Bizkaia y Gipuzkoa están a la cola de la UE de gasto social. «La realidad es que la cobertura que tenemos aquí es muy baja y que cada vez tenemos menos. Aumentan las necesidades más que las coberturas que se dan en el ámbito de los servicios sociales», denunció.