Socorro Rojo Internacional alertó del empeoramiento del estado de salud de la presa política comunista Fina García Aranburu, ingresada en el hospital madrileño Carlos III tras sufrir una angina de pecho. El pasado día 19 tuvo que ser trasladada de urgencia de la prisión de Alcalá Meco al hospital Príncipe de Asturias pero, debido a su delicado estado, fue llevada a Carlos III.

En trece meses, ha sufrido siete anginas de pecho. En agosto de 2006, permaneció casi un mes ingresada tras sufrir tres anginas de pecho consecutivas. En diciembre de ese mismo año, volvió a ser ingresada durante una semana por el mismo motivo. El pasado mes de junio fue nuevamente ingresada.

Además de las continuas anginas de pecho, padece una hernia de la que debe ser operada y el hígado también lo tiene seriamente dañado a consecuencia de la abundante medicación que debe tomar.

Socorro Rojo Internacional subrayó que uno de los médicos que la atendieron en urgencias advirtió que «o la excarcelan o puede morir». Denunció que la dieta que los doctores ordenaron suministrar a la presa «estaba podrida, al ser entregada a ésta por los carceleros».

Denuncia por tortura

«Están acabando con las pocas fuerzas físicas que Fina puede guardar después de 24 años de cárcel, brutales torturas, 16 huelgas de hambre, palizas en los traslados e, incluso, en el propio Tribunal de Justicia en París donde le dislocaron un hombro durante el juicio, del que fue expulsada violentamente varias veces», resaltó.

Tras su paso por dependencias policiales en setiembre de 1983, García Aranburu denunció un simulacro de ejecución, que le pegaron un tiro en un brazo y golpes que le rompieron los ligamentos y la rótula de la pierna. Desde entonces, sufre una lesión de corazón.

Natural de Madrid, permaneció 20 años en prisión por su militancia en los GRAPO. Tras su puesta en libertad, pasó a la clandestinidad incorporándose al PCE(r). En, 2002 fue arrestada en París. Una vez cumplida su condena, fue entregada al Estado español donde, según remarcó Socorro Rojo, no tenía ninguna causa pendiente por lo que «la mantienen secuestrada». En reiteradas ocasiones, la Audiencia Nacional española ha denegado su puesta en libertad.

«Acallar este hecho de extrema gravedad es contribuir al exterminio al que son sometidos los presos políticos», incidió, al tiempo que hizo un extensivo llamamiento a rechazar la situación de la militante comunista.