El Consejo de Gobierno del Ejecutivo de Lakua conocerá hoy los ejes centrales del discurso que el lehendakari ha preparado para el Pleno de Política General de la CAV que tendrá lugar el viernes en el Parlamento de Gasteiz. Juan José Ibarretxe ha trabajado en los últimos meses tanto con sus más íntimos colaboradores como con representantes de los tres partidos de la coalición gobernante.

Todas las miradas estarán puestas en cómo aborda el lehendakari la cuestión de la normalización política y su promesa de consulta a la sociedad vas- ca. El proyecto de ponencia política aprobado por la dirección del PNV hace dos semanas y el documento que la de EB hizo público el pasado viernes coinciden en dos aspectos sustanciales: la necesidad de buscar primero un acuerdo entre los par- tidos vascos y entre las instituciones de la CAV y las de Madrid, que después sería refrendado por la sociedad; y el re- curso a la consulta popular convocada unilateralmente como instrumento de desbloqueo en caso de que se produjera un desacuerdo insalvable.

La presidenta de EA, Begoña Errazti, adelantó ayer algo más al anunciar que Juan José Ibarretxe incluirá «propuestas y fechas concretas» sobre la consulta en su discurso, «porque está en el programa de gobierno y ése el compromiso».

Pero la cuestión es que, atendiendo a lo que se va conociendo, Juan José Ibarretxe va a tener que extremar su cuidado si no quiere caer en promesas que ya ha hecho anteriormente y que además ha incumplido.

Búsqueda de acuerdo, en 2005

Si, como dejan entrever las coincidencias entre los documentos de PNV y EB, en los próximos meses la prioridad será la búsqueda de un amplio consenso entre las formaciones políticas y entre las instituciones de la CAV y el Estado, serán precisos una metodología, unos objetivos y un avance de calendario. Esas podrían ser las precisiones que quedan en manos del lehendakari.

En este terreno hay que recordar que Juan José Ibarretxe ya hizo una formulación bastante precisa en el debate de investidura en el que compitió con Patxi López, del PSE, y en el que finalmente resultó elegido lehendakari. Aquel 22 de junio de 2005 propuso los principios y contenidos que debía tener un gran acuerdo integrador para la normalización política, y que en esencia estaban contenidos en el Nuevo Estatuto Político aprobado por el Parlamento de Gasteiz el 30 de diciembre de 2004.

Pero, además, a la hora de presentar al Gobierno de Lakua como «agente activo para la paz y la normalización política», Ibarretxe concretó más y se comprometió a «facilitar e impulsar la constitución de una mesa de diálogo multipartito en la que todas las sensibilidades estén representandas. La responsabilidad de que este objetivo se vea cumplido en el más breve tiempo posible no es sólo del Gobierno, sino de todos los partidos políticos. En todo caso -aseguró el lehendakari-, desde el Gobierno plantearemos la puesta en marcha inmediata de un grupo de trabajo integrado por personas designadas por todas las fuerzas políticas para que a comienzos del curso político, en el últimos trimestre del año, elaboren y presenten una propuesta consensuada sobre metodología, estructura, objetivos, contenidos, principios, composición y procedimientos para la toma de decisiones de una Mesa de Diálogo Político, así como una propuesta concreta del plazo en el que nos comprometamos a alcanzar un acuerdo para la normalización política».

Pasó el último trimestre de 2005 y no es que no hubiera noticia de tal mesa, sino que tampoco hay constancia pública de ningún intento del Gobierno de Ibarretxe por crear ese grupo de trabajo.

Un año después, en el Pleno de Política General de setiembre de 2006, el lehendakari se limitó a decir al respecto que su propuesta seguía estando encima de la mesa y que había sido bien acogida por algunas fuerzas políticas.

Sobre la consulta, en 2004

En cuanto a la posible convocatoria de una consulta popular para desbloquear una situación de desacuerdo entre los partidos vascos o entre las instituciones de la CAV y las de Madrid, también existe un antecedente.

En el Pleno de Política General de 2004, hace tres años, Juan José Ibarretxe cerró su discurso de forma tajante afirmando que «la suerte de Euskadi se juega y se decide en Euskadi, no en Madrid». Entre aquellos párrafos hoy cobra actualidad el siguiente: «¡Queremos decidir! y nada ni nadie nos lo va a impedir. Este es el compromiso que asumo en esta Cámara ante toda la sociedad vasca: si el Parlamento Vasco aprueba una Propuesta de Nuevo Estatuto Político y las Cortes Generales no se avienen a un proceso de negociación, entonces solicitaré autorización a la Cámara para la celebración de una consulta general en referéndum que ratifique el proyecto aprobado, en su caso, por el Parlamento Vasco».

Madrid no se avino a negociar pero de la consulta nada se supo. Tras el portazo de las Cortes, Ibarretxe convocó elecciones.