La iniciativa Araba sin Garoña reúne en su seno la sensibilidad de medio centenar de organizaciones sociales, sindicales y políticas y representa un fiel reflejo de la oposición mayoritaria de la sociedad alavesa a la central nuclear de Garoña. En una rueda ofrecida ayer en Gasteiz, miembros de esta plataforma subrayaron que «estamos entrando en un momento decisivo a la hora de dilucidar el futuro de la central nuclear y por eso a lo largo de todo el mes de octubre hemos planificado una serie de actuaciones enfocadas en una misma dirección: hacer el que el PSOE cumpla su promesa electoral de cerrar en esta legislatura las centrales nucleares de primera generación», manifestó Alberto Frías, miembro de la plataforma.

Garoña es, tras el cierre de la planta de Zorita (Guadalajara) hace más de un año, la última central de este tipo que se mantiene en funcionamiento en el Estado español y, en el ámbito internacional, una de las que mayor oposición concita entre la población de su entorno geográfico.

Araba sin Garoña -plataforma en la que participan todos los sindicatos y también partidos que suman la mayoría política en el herrialde- ha cubierto un recorrido de cinco años. En este tiempo ha impulsado una hoja de ruta para la clausura de Garoña -«porque una central nu- clear no se cierra simplemente echando la persiana; hay que abordar, entre otros, el tema de los residuos y de la recuperación socioeconómica de la zona»-. Ha conseguido además que la oposición a la central se hiciese patente institucionalmente a través del apoyo de la práctica totalidad de los ayuntamientos del territorio a una moción que reclamaba el cierre, y en las Juntas Generales de Araba, desde las que se ha pedido el cese de la actividad de Garoña en varias ocasiones, a pesar de que el anterior equipo de gobierno incumpliera de manera manifiesta este mandato.

Frente institucional

Frías destacó que, con el nuevo gobierno foral, «ahora es el momento de que esa moción se lleve a efecto». También en el marco del que denominan «frente institucional», la plataforma pedirá una reunión con el delegado del Gobierno en Gasteiz, Paulino Luesma para la primera semana de octubre, «en la que le presentaremos miles de tarjetas firmadas por miles y miles de ciudadanos y ciudadanas, en las que se demanda el respeto a la voluntad popular y el cumplimiento de la promesa electoral del cierre de Garoña, porque el talante ya no sirve y es hora de pasar de las palabras a los hechos».

Ante las irregularidades que se han hecho patentes en la central -grietas en el reactor- y que han sido reconocidas por Consejo de Seguridad Nuclear, la plataforma hace «responsable al PSOE de lo que pueda pasar».

Además de la manifestación -convocada para el sábado 20 de octubre a las 19.00 en la plaza de los Fueros de Gasteiz-, la Iniciativa Araba sin Garoña pretende recibir el apoyo explícito de un centenar de comités de empresa, «de manera que también la clase trabajadora se sume a la exigencia de cierre de la central».