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escalada Campeonato del mundo

Intensidad, emoción y gran espectáculo

El domingo finalizó la IX edición del Campeonato del Mundo de Escalada, que se disputaba en Avilés desde el día 17. Patxi Usobiaga lograba de nuevo el subcampeonato en la modalidad de Dificultad e Irati Anda demostró su buen hacer.

Andoni ARABAOLAZA | AVILÉS

Resulta más que difícil resumir lo que dio de sí esta última edición de la prueba más importante del calendario organizado por la Federación Internacional de Escalada Deportiva (IFSC). Y es que el desarrollo de las siete jornadas tuvo de todo, pero, sobre todo, tal y como adelantamos en el titular: intensidad, emoción y gran espectáculo. Sin lugar a dudas, y nos referimos a todos los aspectos que ha encerrado este campeonato, el sabor de boca que nos dejaron las pruebas de las tres modalidades en juego (Velocidad, Dificultad y Bloque) fue muchísimo más que dulce. Así lo corroboraban los desplazados a Avilés, Gara entre ellos. Un gran maratón de escalada de competición que no defraudó en absoluto. Hubo momentos de todos los colores, y a los que más salsa tuvieron nos vamos a ceñir en la siguiente crónica.

Empezamos con Velocidad, y es que las primeras medallas se repartieron en este apartado. Para esta edición, la IFSC decidió desarrollar una pared de escalada homologada para permitir homogeneizar todas las pruebas de velocidad. Una modalidad espectacular en la que los escaladores corren (nunca mejor dicho) por la estructura con la cuerda por arriba. Arraigada en los países de Este, la Velocidad ya ha empezado a cuajar en otros países, como es el caso de China. Apenas recibimos información de la evolución de los escaladores de los países asiáticos, pero en este campeonato ha quedado claro que, a partir de ahora, habrá que tomarles en cuenta en las tres disciplinas. Quince metros de estructura para correr, y el más veloz (récord incluido) fue un bestia llamado Qixin Zhong. Este chaval chino de 18 años «sólo» necesitó 8:76 segundos para escalar los 15 metros de plafón. En el tú a tú jugado en esta final, Zhong superó por muy poco al formidable venezolano Manuel Córdoba. Tercero fue el ruso Sergey Sinitsyn. Quien no pudo revalidar el título cosechado hace dos años en Munich fue el cuarto clasificado, el ucraniano Evgeny Vaytsekhovsky.

Campanada del chino en chicos, y triunfo ya más esperado de la rusa Tatiana Ruyga en féminas. Se llevó el oro gracias al esprint realizado en 15:34 segundos; segunda fue la polaca Edita Ropek y tercera la rusa Valentina Yurina. La campeona de hace dos años, la ucraniana Olena Ryepko, tuvo que conformarse con la plaza 13.

Prueba reina de Dificultad

Sí, fue la modalidad que más público y atención deparó. A diferencia de sus dos «hermanas», la de Dificultad es hoy por hoy la prueba reina. Y fiel reflejo de todo ello es la impresionante estructura que los organizadores prepararon para este evento. Tampoco fallaron los equipadores de las vías; nos atrevemos a decir que acertaron en pleno. El grupo de Patxi Arocena y compañía, bajo la supervisión de François Legrand, la clavaron en pleno. En las clasificatorias del martes y miércoles, como era de esperar, hubo vítores y críticas por parte de los competidores. Algunas vías eran fáciles, otras muy difíciles..., eran las opiniones que se esgrimían. Pero lo cierto es que casi nadie falló a la hora de pasar a las semifinales.

Por decirlo de alguna forma, el sábado fue el día D del Campeonato del Mundo. Mañana para semifinales y tarde-noche para finales. De 68 inscritas, las 26 más fuertes midieron sus fuerzas en la vía de la semifinal que presentaron de 8a+. Acierto de los equipadores, ya que las ocho mujeres que pasaron a la final encadenaron la vía; la novena, Sandrine Levet, también, pero su bagaje en las clasificatorias le dejó fuera de la gran final. Como es habitual en esta temporada, tuvimos una única representante vasca: Irati Anda. Y nuevamente, la gasteiztarra dejó claro que se encuentra en una gran forma física y psíquica. Así pues, el tercer puesto del Master de Arco no fue ninguna casualidad. En su primer Campeonato del Mundo escaló muy bien, y así los demostró haciendo top con mucha soltura en la semifinal: «Ya he cumplido el objetivo principal de clasificarme para la final. Ahora sólo me queda darlo todo y escalar lo mejor posible. Ya veremos qué pasa en la final». Tampoco defraudaron algunas de las favoritas al título: Angela Eiter, Muriel Sarkany, Natalija Gros y Maja Vidmar. De las ocho finalistas, tres eran las, a priori, menos «fuertes»: Catharina Saurwein, Kim Ja-In y Yuba Kobayashi.

En chicos, los ocho mejores también encadenaron la vía propuesta de 8b+. Las sorpresas de la jornada vinieron de la mano de los más jóvenes. El toledano de 16 años Eric López y el noruego de 19 Magnus Midtboe se colaban en la final. La clasificación de los otros seis era más esperada. También hacían top: Tomas Mrazek, Jorg Verhoeven, Cédric Lachat, Flavio Crespi, Ramón Julián y Patxi Usobiaga. El eibarrés fue el último en salir, y con él llegó el momento más crítico y emocionante de todo el campeonato; y no exageramos nada. Su participación en la semifinal casi tuvo tintes de desastre. Usobiaga, tras escalar con facilidad la mitad del muro, llegó a un paso que sus compañeros lo solventaron con un lanzamiento sin demasiado apuros. El escalador vasco se bloqueó, lo intentó una y otra vez, y no lo superaba. Todo el público, de los nervios, incluso la presidenta de la EMF, Arantza Jausoro, se tapaba la cara en cada intento del representante vasco. Al final, Usobiaga se hizo con el paso y tuvo restos para encadenar la vía. El eibarrés confirmó que se las pasó canutas: «Tiraba de la presa, pero tenía una buena capa de magnesio y me resbalaba. No tenía ninguna confianza, y con cada intento iba perdiendo fuelle. Finalmente, coloqué bien los pies, tiré bien y pude solventar la situación crítica. Me desgastó mucho, pero le di la vuelta y terminé la vía de forma más fácil».

Terminada las semifinales, hora para la comida. Los representantes de las selecciones se desperdigaban por los diferentes restaurantes del casco viejo de Avilés. Vemos a Patxilin intentando conseguir un helado de una marca concreta. Vuelve sin su antojo. ¿Tuvo que ver algo con que no pudiera hacerse con el triunfo final? Seis y cuarto de la tarde. El Pabellón Polideportivo de Avilés, hasta los topes. Entre el público, un buen número de aficionados trasladados desde Euskal Herria. Hasta hubo porra o quiniela vasca; que, por cierto, se la llevó Maite de Urrestilla.

Turno para las chicas. Propuesta de 8b para una vía de gran calidad, en la que únicamente pudieron hacer top tres escaladoras: la eslovena Vidmar (al ritmo de U2), la belga Sarkany (ésta apostó por Madona) y la gran favorita Eiter (desconocemos la petición de la austriaca). Por los resultados en las anteriores fases, Sarkany y Eiter disputaron la superfinal en la vía de los chicos. La austriaca no dio ningún resquicio para la sorpresa y se llevó el oro por delante de la veterana belga; de esta forma revalidaba el título, única participante en hacerlo. Vidmar fue tercera. Luchando a tope y cuajando una gran actuación, Anda se clasificó en quinta posición; un gran primer Campeonato del Mundo para la gasteiztarra.

Todavía quedaba la final de los chicos; y con la presentación de los finalistas, el termómetro del pabellón casi explota. Los ocho mejores se la jugaban en una vía muy larga y excelente de 8c. Lachat caía al movérsele una presa. Unos turnos después volvía igual de combativo y se caía bastante arriba, justo en la misma presa que dijo adiós a las aspiraciones de Verhoeven y Mrazek; a la postre, empatados en la tercera plaza. Ramonet, a los acordes del grupo Dover, casi encadenaba la vía; su participación fue magistral. Sólo quedaba Usobiaga; faltaba por despejar la incógnita de la crisis sufrida en semifinales. La superó sin problemas, ya que escaló de forma notable. Nada más caerse, mientras le descendían, preguntaba si había ganado. No fue así, ya que Ramonet lo hizo mejor y se hizo con el oro. El eibarrés, por tercera edición consecutiva, se tenía que conformar con la plata. Resignación, pero, al mismo tiempo, valoración positiva; y es que tres subcampeonatos consecutivos no lo firma nadie.

Sorpresas en bloque

El Campeonato del Mundo finalizaba el domingo a la tarde con la final de la disciplina de bloque. Nada de reseñar en la clasificatorias y sí, en cambio, en semifinales y en la final. Veinte semifinalistas en cada categoría que lucharon para lograr los seis puestos de honor de la final. Cuatro bloques, muy difíciles en términos generales, hicieron la pertinente criba. Las mejores chicas no pudieron hacer top en dos de los cuatro bloques. Finalmente, se clasificaron para la tanda final: Akiyo Noguchi, Juliette Danion, Olga Bibik, Yulia Abramchuk, Svitlana Tuzhylina y Anna Sthör. La vigente campeona, Olga Shalagina, se quedó a las puertas de la final. La que no pudo cuajar una buena prueba fue Esther Cruz. Se tuvo que conformar con el top del primer bloque; los restantes se le atragantaron. La final, 6 bloques y 6 minutos de trabajo en cada uno, también fue muy reñida, y la joven austriaca de 19 años Sthör fue la que se subió al cajón más alto del podio. Le siguió otra sorprendente joven de 18 años, la japonesa Noguchi, y la tercera en liza fue una de las favoritas, la rusa Bibik.

En la categoría masculina hubo de todo. En semifinales, por ejemplo, Daniel du Lac se «comió» los 4 bloques a la primera. Parecía que lo iba a tener fácil, pero no fue así. Junto al francés, pasaron a la final: Martin Stranik, Sang-Won Son, Cédric Lachat, Stephane Julien y Dimitry Sharafutdinov. Algunos nombres que aparecían como favoritos se quedaron en semifinales: Salavat Rakmetov (ganador en Munich), Christian Core... Llega la final de la tarde, y la revolución lleva el nombre de Sharafutdinov. Con sus 21 añitos, el ruso firma el oro. La otra revolución es Stranik. El checo de tan sólo 17 años se sube al segundo puesto. Y tercero, todavía sorprende más, fue Lachat. Sí, el suizo que quedó tercero en dificultad. Es impresionante observar las ganas que le pone, la forma de encarar sus escaladas y la lucha constante hasta lograr su objetivo. De esta forma, los dos máximos favoritos, sobre todo Du Lac y Julien, se quedaron fuera del podio.

Todavía hubo un premio más, el llamado «Overall» o combinada de las tres modalidades. Quienes más puntos sacaron en la suma de velocidad, dificultad y bloque fueron la italiana Jenny Lavarda y el ruso Sharafutdinov. Por selecciones, fue Rusia la que más medallas obtuvo.

irati anda

Irati Anda dejó claro que se encuentra en gran forma física y psíquica. En su primer campeonato del mundo escaló muy bien, y así lo demostró haciendo top con mucha soltura en la semifinal

patxi usobiaga

Patxi Usobiaga, por tercera edición consecutiva, se tuvo que conformar con la plata en la modalidad de Dificultad. El primer puesto fue para el catalán Ramón Julián «Ramonet»

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