ibiliz ibili Jesús Mª Alquezar
De Errezil a Zestoa ruta de trashumancia
Entre las rutas que se pueden completar en los montes del Urola y que recomienda Urolaturismo, todas ellas muy bien balizadas, la más atractiva, natural y bucólica es la que conduce a los montañeros desde Errezil hasta Zestoa, pisando, además, la singular cima del monte Santa Engrazi, coronada por su bien visible ermita. Se trata de una ruta sabia de trashumancia, por lo tanto es una vía pastoril, muy utilizada antaño y todavía hoy, aunque de forma muy mermada. A todo esto hay que añadir que es un excelente mirador hacia todos los rumbos, por lo que con un día soleado y brillante esta propuesta es de la que hacen afición.
Ruta pastoril
Nace esta travesía, toda ella balizada con las marcas blanquiamarillas de la PR Gi-143, en la iglesia parroquial de Errezil, y se comienza el ascenso por la estrecha calle situada frente a ella. De esta forma, se inicia un primer sector en ascenso en este variado recorrido, en el que nos encontraremos con un paisaje inolvidable: un mundo rural poco habitado, que lucha por su existencia, formado por montes, ermitas y mucha historia y mitología. En alguna ocasión se coincide con la GR 35 (Aralar-Costa).
Se encuentra el mendizale ante una orografía que le va a enganchar, en una ruta con encanto que recomendará a propios y extraños. Los primeros compases son en ascenso durante 3 kilómetros sobre camino (indicado). Acompañarán al montañero los caseríos de la zona y un denso bosque, que en sus claros irá ofreciendo un paisaje de «propaganda» del Gobierno de Gasteiz (con eso ya está todo dicho). Una vez alcanzada la última «mansión rural», Ernataritz, y 500 metros después, la subida ha finalizado y se penetra en una senda en balcón sobre el Urola, con un camino entre muretes que separan los hermosos campos pastoriles a ambos lados, campos siempre llenos de ganados, campos de aquellos que ya casi no se conservan en nuestro país. El montañero se halla rodeando el monte Gazume, en un tramo plano y de disfrute, dominando cada vez mejor un panorama más dilatado, con la montaña y la costa al alcance de nuestra mirada.
En un momento de la excursión, el montañero verificará que la GR 35 coincide con nuestra propuesta PR-Gi-143. Tras caminar al borde de la carretera, el itinerario acercará al caminante, en ligero descenso, a la base de la preciosa aunque modesta montaña de Santa Engrazi, coronada por su visible ermita (véase Mendia 11.o7.2007), cuya ascensión se recomienda.
Tras gozar de una panorámica envidiable, la ruta continúa a través de una orografía rural y bucólica, por excelente camino que nos conduce al coqueto e imprescindible pueblo de Aizarna, perdido entre estos riscos guipuzcoanos, con su personalidad inalterable, que sin duda, en el Estado francés estaría catalogado entre los pueblos más hermosos.
Una pequeña subida coloca al excursionista en el collado del calvario -hacia la izquierda, a la salida de la aldea-, donde se sitúa una ermita abierta; y desde aquí, una calzada medieval desciende por el desconocido valle de Akoa hasta otra ermita, la de Santa Cruz txikia, donde comienza la carretera que lleva al caminante hasta Zestoa, punto final de una travesía variada y rural, práctica en todos los meses del año.
Para regresar al lugar donde hemos dejado el coche, lo mejor es coger un taxi.