Raimundo Fitero
A ciegas
Abrimos la pantalla central y esperamos encontrar el alivio, el entretenimiento, la noticia, la emoción o el divertimento. En la inmensa mayoría de las ocasiones en las que nos relacionamos con el electrodoméstico esencial, lo hacemos con cita a ciegas. No vamos a buscar algo concreto, sino algo inconcreto, pero que sabemos que existe y que por una costumbre que empieza a ser un hábito sistematizado, sabemos que si hoy es martes y es tal hora, en tal cadena debe existir un programa de entretenimiento, un concurso o una serie. No recordamos ni qué serie, ni cuál es el concurso, pero a ciegas, vamos, y la mayoría de las veces acertamos porque ya está instalado en nuestro inconsciente el programa total, la parrilla global, y lo que no cabe en los archivos y documentos abiertos de nuestro cerebro, lo tenemos a golpe de mando a distancia.
¿Qué sería de un lunes sin los de criminalística? Para algunos sería un día triste, que nos provocaría esa sensación de desamparo que procuran las citas buscadas, los encuentros voluntarios, que se suspenden por causas mayores o por circunstancias sobrevenidas. Bueno, debo decir que ahora, para los lunes, hay una posibilidad bastante interesante, ver la tercera temporada de «Perdidos» en la Fox, y después empalmar con los diferentes CSI que caen en cascada, recorriendo las costas americanas. El otro lunes nos pusieron una de las entregas más sorprendentes de los chicos de Nueva York, con decapitaciones incluidas. Hay capítulos que son joyas cinematográficas, con un tratamiento formal por encima de lo más habitual.
Aunque parece obvio que hay un porcentaje no irrelevante de telespectadores que prefieren dejarse llevar por las cuitas de los personajes trazados a brochazos en «Mi querido Klikowsky», una serie que se defiende bastante bien en la parrilla de ETB-2, con situaciones, personajes y diálogos que se enmarcan dentro de un estilo propio de un género que roza por todos los costados, lo que demuestra que hay gustos para todos los niveles de exigencia. Esta serie tiene un don: reunir a un plantel de actores y actrices históricos en los escenarios que ahora disfrutan de gloria televisiva.