Maite SOROA
Los miedos de los «faccis»
Siguen las reacciones al suplemento de GARA. Y algunos extraen conclusiones por lo menos peregrinas.
Pascual Tamburri, un habitual en «El Semanal Digital», decía que «Gara dijo lo que quiso sobre el `proceso de paz' de Zapatero» y que «yo no voy a ser uno más del coro de hipócritas que dicen no creer nunca a los abertzales, porque bien sabemos todos que en cosas así, aunque manipuladas, suele haber verdades hirientes». Y, tras esa cesión de reconocimiento, alerta sobre la posibilidad de que el PSOE hubiera acercado demasiado sus posiciones a las de ETA: «si se negocia eso suele suceder».
A partir de ese principio general, Tamburri ennumera las cosas que en Nafarroa «se están haciendo como ETA desearía. Y se está haciendo con las iniciativas de Nafarroa Bai, con los votos del PSN-PSOE, de IU y de ANV, con el aplauso centroide de CDN y, ay, con al menos cuatro derrotas de UPN».
De entre esas «derrotas» de UPN me quedo con dos. Por lo ilustrativas: «NaBai, PSN y ANV han acordado, unidos en el Ayuntamiento de Pamplona, colocar una placa en recuerdo de los fusilados del bando derrotado en la Guerra Civil de 1936. Así Pamplona, que entre lloriqueos acomplejados cerró su monumento a los caídos y ha procedido a una ridícula operación de limpieza de fachadas, escudos y nombres de calles, tendrá en cambio un monumento a los infinitamente menos numerosos muertos del otro bando». Cuando Tamburri habla del «bando derrotado» se refiere a los miles de defensores de la legalidad fusilados sin juicio por los golpistas. ¿Será apología?
Y el segundo elemento sobre el que alerta es que NaBai, PSN y ANV han votado para exigir a la alcaldesa que se reponga una estela en recuerdo a Germán Rodríguez. No se pierdan la explicación: «Germán murió en circunstancias extrañas el 8 de julio de 1978, dando lugar a graves incidentes por parte de la extrema izquierda a la que pertenecía. Nunca se conoció la identidad del asesino, pero conviene recordar que se trataba de un militante trostkista de LKI, una organización comunista ideológicamente enfrentada con ETA y su entorno; una muerte lamentable y oscura, que la izquierda manipula». El grado de degradación moral que puede alcanzar el ser humano es aún ignoto, ¿verdad?