Los que venimos de países subdesarrollados nos llevamos grandes sorpresas al ver que en Europa no están tan adelantados como creemos en algunos aspectos. Por ejemplo, yo me llevé una gran decepción cuando llegué al ver que las «guarderías» se llamaran así, y que prácticamente era eso, guardar bebés, cuidarlos, cambiarles el pañal y darles de comer. Algo así como tener «canguro» por unas horas. Me sorprendió porque en México ya llevábamos varias décadas funcionando con CENDI (Centros De Desarrollo Infantil), centros educativos para Educación Inicial, de cero a seis años, donde se incluía áreas y asignaturas diversas, incluyendo educación física y artística, profesor especializado en educación pre-escolar y un equipo técnico y humano al completo (psicólogo, enfermera, dentista, médico escolar, etc.) y, sobre todo, un programa educativo para desarrollar habilidades psicomotrices, intelectuales y artísticas. Concluí que por aquel entonces aquí, en el País Vasco, no todas las mujeres tenían que trabajar y por lo tanto los niños podían estar al cuidado de sus madres. Poco a poco las mujeres se incorporan al mundo laboral y las escuelas se adaptan a estas nuevas necesidades, y afortunadamente ya hay las mal llamadas «guarderías» y colegios de Educación Inicial, que cuentan con programas educativos.

Otra de mis sorpresas fue que las bibliotecas no contaban con salas infantiles, hice un escrito a manera de queja y petición con alguna explicación didáctica sobre por qué eran importantes y necesarias las bibliotecas infantiles. Aproximadamente a los cuatro años comenzaron a crear salas infantiles, con mobiliario infantil y ambiente infantil. Ahora me sorprende que no existan salas de debate y discusión. Además de las salas de estudio y de lectura en silencio, debe haber salas donde los estudiantes puedan leer en voz alta, comentar entre ellos la lección, discutir un tema, preguntar, debatir, opinar, etc. Salas con música relajante, donde la lectura no sea una tortura, donde el silencio no les pese, donde puedan aprender de una manera más dinámica y activa, y no me estoy refiriendo a ludotecas, porque incluso problemas matemáticos deberían discutirse en estas salas.

Muchos otros temas me sorprendieron, por ejemplo la educación secundaria, la organización escolar, el área de orientación educativa y muchos temas en los que no teníamos mucho que envidiar ni aprender.

También hubo muchas sorpresas positivas. La seriedad en el trabajo, la puntualidad, la formalidad para cumplir lo que se acuerda, la coordinación, la organización en reuniones y mucho más. Sería interesante un intercambio educativo y didáctico, aprender unos de otros y reconocer que la educación no es estática, ni se limita a edificios escolares. La educación está en constante movimiento y debe adaptarse a problemas reales y actuales Depende del profesor hacer la asignatura difícil, aburrida y odiosa, o bien divertida, agradable, útil y práctica. Debemos motivar al alumno y sobre todo a los profesores. Motivar significa «mover desde dentro».