Ibarretxe anuncia la era post-ETA que ya dio por inaugurada en 2003
El Gobierno de Lakua avanzó ayer algunas de las líneas generales del discurso del lehendakari en el Debate de Política General del viernes. Entre esas ideas destaca la de que la sociedad vasca «ha iniciado una nueva etapa histórica al margen de la violencia» y plantea cómo actuar en esta etapa. Lo llamativo es que Ibarretxe ya dio por inaugurada esa misma «etapa post-ETA» en 2003 con la presentación de su plan.
Iñaki IRIONDO |
El Gobierno de Lakua remitió ayer a los grupos parlamentarios y a los medios de comunicación un escueto resumen de la intervención inicial del lehendakari en el debate de política general del viernes. El discurso tendrá una parte dedicada al análisis de la situación política creada tras la ruptura del alto el fuego, mientras que el otro gran eje será la presentación pública de los proyectos que el Ejecutivo ha puesto en marcha para avanzar en lo que define como desarrollo humano sostenible.
En el apartado dedicado a la normalización y la paz, destaca la idea de que «aunque ETA se haya empeñado en devolvernos a un pasado destructivo, la realidad es que la sociedad vasca ha iniciado una nueva etapa histórica al margen de la violencia. El ciclo de la violencia está agotado socialmente. La sociedad vasca -asegura Ibarretxe- está viviendo `ya' en otro tiempo. Para abordar este nuevo tiempo y acompañar a la sociedad vasca, debemos evitar caer en las estrategias fracasadas del pasado y plantear el diálogo con normalidad sobre nuestro futuro político».
El lehendakari y el Ejecutivo que preside han venido exponiendo esta premisa a lo largo del verano, pero lo cierto es que se trata de una idea que aparece y desaparece del discurso de Juan José Ibarretxe en función del momento político.
Etapa abierta con su plan
La idea de que ETA podría seguir «provocando dolor y sufrimiento», pero que se abría una nueva era aparece ya en el discurso del debate de política general de 2003. En él, Juan José Ibarretxe expuso las grandes coordenadas de la propuesta de Nuevo Estatuto Político y afirmó textualmente que «la presentación de esta propuesta política abre una nueva etapa, la etapa post-ETA».
Un año después, en el debate de 2004, el lehendakari trata de consolidar la idea. De hecho, el concepto «el escenario post-ETA» ocupa un apartado propio de su intervención. En ella señala, entre otras cosas, su «firme convicción» de que la propuesta de nuevo Estatuto remitida a la Cámara de Gasteiz y entonces todavía en debate entre los grupos «contribuye decisivamente a cerrar las puertas de la violencia. Desde esta perspectiva, me reafirmo en que en Euskadi se ha abierto un nuevo escenario, el escenario post-ETA».
Sin mención en 2005 y 2006
Las menciones a la etapa post-ETA desaparecieron pronto del vocabulario de Juan José Ibarretxe. No hace mención a ella ni en el discurso con el que en el año 2005 optaba a la reelección como lehendakari, ni en el debate de política general de septiembre del pasado año.
Para junio de 2005 ya se había producido la primera reunión entre representantes del Gobierno español y ETA para fijar las bases del alto el fuego, que estaba vigente en setiembre de 2006. En ese contexto, cuando la organización armada negociaba con el Ejecutivo de Zapatero los términos en los que se reconocería el derecho a decidir de la ciudadanía de Euskal Herria, resultaba difícil poder hablar de que ETA ya no marcaba el escenario político.
Ha sido a raíz de la ruptura del alto el fuego cuando el Gobierno de Lakua ha retomado la idea -que también utiliza en ocasiones José Luis Rodríguez Zapatero- de que el de ETA es un ciclo histórico superado.
El resumen del discurso de Ibarretxe concreta poco sobre lo que dirá el viernes. Sólo avanza que «en la última parte de mi intervención plantearé iniciativas políticas para romper la espiral de no diálogo y de violencia, con el objetivo de canalizar la solución del conflicto». Sí apunta que para adoptarlas no esperará a ETA y que la solución al conflicto político pasa por dar respuesta al derecho a decidir de Euskal Herria.
Según los discursos de Ibarretxe en 2003 y 2004 Euska Herria estaba en la «etapa post-ETA». En los debates de 2005 y 2006 -cuando ETA estaba negociando con el Gobierno español- no se hace ninguna mención al respecto.
El secretario general de ELA, Joxe Elorrieta, afirmó ayer que no ve a EA «en clave» de desobediencia civil y que las declaraciones de la presidenta de EA, Begoña Errazti, en ese sentido «son casi vacías».
En una entrevista a Euskadi Irratia, Elorrieta indicó que los abertzales «no estamos bien» y criticó que «hablamos mucho en los medios» y que «cada uno dice lo políticamente correcto», pero consideró que «la gente ya se da cuenta de que los discursos están vacíos»
«Nosotros estamos a menudo con la gente del Gobierno, incluidos los de EA, y no les vemos en esa clave (de desobediencia civil). Su gestión es muy débil y se necesita un poco de coherencia», reiteró.
Joxe Elorrieta abogó por la unidad de acción entre abertzales, para lo que cree que hace falta un trabajo previo, más allá de los discursos y diseños electorales, «que está sin hacer». El secretario general de ELA, puso la lucha armada de ETA como un factor que impide esa unidad y añadió que «llevamos tiempo diciendo que el proceso debe ser civil, democrático, cada uno con sus aportaciones, experiencias y puntos de vista, pero civil y democrático, y eso no se cumple».
Batasuna salió ayer al paso de las declaraciones contra la propuesta de desobediencia civil de Begoña Errazti que hicieron el lunes el delegado del Gobierno español en Gasteiz, Paulino Luesma, y el portavoz del PSE, Rodolfo Ares. La formación independentista acusa al PSOE de tener un «pánico atroz» a que la ciudadanía vasca «exprese claramente su voluntad» y dijo que por eso «está negando constantemente la palabra y la decisión a este pueblo».
En una nota remitida a los medios, Batasuna afirma que «la desobediencia no es algo ajeno a la izquierda abertzale. Creemos que es necesario hacer frente a la vulneración sistemática de derechos que ejerce el Estado español y en ese sentido animamos a ponerla en practica». Pero añade que «no valen solo las palabras, las palabras deben ir acompañadas de hechos, para así demostrar que se está por esa vía. En ese sentido, una vez más llamamos a todos los partidos políticos que se han posicionado en contra de la Ley de Partidos a que la desobedezcan y restituyan los cargos ocupados a los elegidos por voluntad popular. Ese sí sería un primer paso importante».
